Perspectivas

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Han pasado unas dos semanas desde que lo ocurrido en el inframundo.

Tras haberse estabilizado luego de los cuidados de los doctores, Ryussei fue trasladado al mundo humano en compañía de sus sobrinos, su hijo, su hermano, su novia, su hermana en ley y su abuela.

Cuando sus padres fueron llamados al hospital de Kuoh, Akemi cayó desmayada al ver como uno de sus hijos había perdido una de sus extremidades.

La noticia fue muy impactante para toda la familia, todos sabían que... de ahora en adelante... la forma de vida de Ryu se vería afectada.

Pero algo en Issei le decía que su hermano no iba a dejarse caer por esto... su hermano era fuerte...

De hecho... él siempre había sido el más fuerte de los dos.

Él iba a superar esto, y se haría más fuerte en el proceso.

Eso Issei lo sabía bien.

--Residencia Hyoudou—

Habitación de Issei y Ryu 4 a.m.

Descansando en sus camas, padres e hijos buscaban dormir en paz y quietud.

Pero... para Ryussei no le era posible.

Estando aún bajo la medicación y los cuidados propios para tratar con una pérdida de este tipo, Ryussei había tratado de dormir.

Pero algo se lo impedía.

El sudor le estaba brotando por todo el cuerpo, el aire que se colaba por la ventana de su cuarto solo empeoraba su estado, generándole espasmos y escalofríos.

Su cuerpo se movía inquietamente por momentos en su cama, al parecer... a pesar de su condición... algo más parecía afectarlo.

Tap

Tap

Unos pasos fuera de la habitación de los gemelos fue lo que se pudo escuchar, abriendo la puerta lentamente la figura de Akemi pasó a la habitación.

La madre de ambos se había despertado para tomar agua antes de volverse a acostar, pero, su instinto materno se activó y se dirigió hacia la habitación de sus hijos.

Y viendo el estado en que se encontraba su hijo la mujer no le tomo más de dos minutos ir a la cocina tomar un trapo, un vaso con agua y las pastillas de ibuprofeno para ayudar a su hijo.

Acercándose rápidamente a la cama de su hijo, Akemi dejo las pastillas y el baso en la mesa de noche, limpiándole el rostro con cuidado y cerrando parcialmente la ventana. La madre de los jóvenes levanto la cabeza de Ryu.

Tomando una de las pastillas, Akemi la acerco a Ryu.

Akemi: Ryu toma, esto te ayudara.

Aun en su estado de letargo, Ryu abrió ligeramente la boca para permitir el paso de la pastilla a su boca, siendo seguido por el vital líquido.

Tomándose unos segundos para poder pasarse la medicación, Ryu pudo suspirar aliviado.

Acariciándole el cabello ligeramente, la mujer puso de nuevo en su lugar la cabeza de su hijo.

Dándole un beso en la frente, Akemi se paró y camino hacia el marco de la puerta.

Akemi: (A veces detesto esa terquedad tan rehacía que tienes para no querer pedir ayuda a otros, pero aun así, siempre tendrás personas a tu lado... quienes siempre van a apoyarte... en las buenas... y en las malas...)

La mujer pensó mirando como su hijo ya terminaba dormido tranquilamente.

Al día siguiente

Los Guardianes De La EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora