ENDGAME 1/2

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BOOOOOOOOOOMMMMMM!!!

BOOOOOOOOOOMMMMMM!!!

BOOOOOOOOOOMMMMMM!!!

BOOOOOOOOOOMMMMMM!!!

Las explosiones resonaban por todo el Inframundo, con cada onda de choque... parecía que el tiempo se detenía unos instantes...

Explosiones de gran tamaño causadas por magia, distraían por meros instantes a los combatientes en las tres facciones legendarias.

Pero no eran las únicas en sufrir a causa de esta pelea...

Truenos y relámpagos cayendo desde el cielo.

El sonido del metal chocando.

Gritos de furia y desesperación manando del interior de cada ser sobrenatural.

Una inmensa presión podía sentirse en todo el mundo sobrenatural y no había intención de parar pronto...

Los líderes de las facciones habían desplegado sus fuerzas, actuando en conjunto para cubrir los flancos débiles de cada grupo. Los cuatro Maou's, los líderes de Grigory y los protectores del cielo, fueron a las zonas donde había mayor nivel de amenaza, encargándose personalmente de eliminarlos.

Pese a ese gran apoyo, la realidad era que todos los demonios de Mundus estaban a otro nivel de poder. Y lamentablemente, no todos estaban preparados para tal amenaza...

Los grupos Sitri, Gremory, Phoenix, Bael entre otros, tuvieron que dividirse para cubrir terreno, además de proteger y salvar todas las vidas que fueran posibles. Solo podían imaginar el pandemónium que se desataría, si un solo grupo de demonios llegaba al mundo humano. No habría nada que pudiesen hacer para protegerse.

Una estela de relámpagos recorría el campo en menos de unos segundos, decapitando, cortando gargantas y atravesando tantos corazones como le eran posibles. Akeno impulsaba su cuerpo lo más rápido que podía para acabar con sus enemigos, mientras Gasper detenía la comprensión de las tropas, permitiéndole a Akeno acabarlos fácilmente.

Pero el pequeño no se quedaba atrás, mediante su hechizo de Zona temporal, reducía el tiempo de respuesta de un grupo de demonios permitiéndole atacarlos y acabarlos.

En otra zona, Oliver junto a Kiba luchaban contra una inmensa horda de Wyverns y tropas terrestres Las flechas negras del arquero lograban derribar a unos cuantos cientos, mientras el príncipe de Kuoh usaba dos espadas de luz, aprovechando la debilidad natural de los demonios para causarles daño y eliminarlos.

Pero en grandes zonas, se vio usado a usar una variante de su Sword Birth. Con la cual cientos y cientos de espadas emergían a su orden, atacando con voluntad propia a todos los enemigos que tuviera cerca.

En la zona del cielo, Irina se encargaba junto a su escuadrón, de proteger a los sanadores y al equipo de largo alcance. Cientos de jabalinas volaron contra las sombras vivientes, desapareciendo en partículas oscuras.

Agradeciendo el momento para respirar, la coletuda intentaba localizar sin éxito a su cuñada. Desde hacía unas horas que no se había reportado y ya estaba poniéndose nerviosa. Sus instintos se activaron, creando una espada de luz atravesó la cabeza de una parca la cual había intentado un ataque furtivo.

¡VIENEN ENEMIGOS A LAS DOCE!

Irina: (Por favor cuídense)- Pediría alzando vuelo junto a su grupo.

En Grygory las cosas iban igual o peor que con el resto. Desde el cielo surgían cientos de dragones oscuros, acabando con cuanto cuervo tuvieran por delante. Solo las llamas violetas lanzadas por Penemue, dieron tiempo a las tropas para recuperarse y reagruparse.

Los Guardianes De La EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora