°• ░ 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝑽 ░ •°

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La de cabello café volvía a cepillarlo con tanta delicadeza una vez más, con la diferencia de no tener tanto entusiasmo al hacerlo

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La de cabello café volvía a cepillarlo con tanta delicadeza una vez más, con la diferencia de no tener tanto entusiasmo al hacerlo. Ya no portaba el uniforme puesto, y tampoco lo necesitaría más; ya había crecido de edad, ahora faltaba un poco de espacio para crecer como persona.

La madurez no llega sola, se busca, y por ello, Six ya estaba lista para buscarla. No es que con su madre no la hallara, pero ciertamente con ella crecer, sería un proceso mucho más lento y doloroso de experimentar.

Crecer para ser Six, no para ser una The Lady, y por ello se molestaba en cerrar la última maleta.

─Nunca lo olvides, tu madre te ama muchísimo─.

─¿Cómo tu imagen y semejanza o como un número?─.

─Como mi pequeña Six─ la mujer acarició la frente de su hija, dejando un dulce beso sobre esta.

─Te aprecio, madre... realmente te aprecio─.

─¿A pesar de mis gritos y locuras?─.

─Y a pesar de lo necia que sé que soy─.

─Bueno, si esa es una de las razones para abandonar el apellido, muy inconforme no estoy entonces─.

─Siempre seré una The Lady, solo una que no le teme a los espejos, y que no lo hace porque sabe bien quien es, y que agradece cada día seguir siéndolo─.

─Así se habla, mi jovencita... ¿un último abrazo?─.

─Eres pesada, mamá─.

─¿Yo pesada?, ¿o tú una arisca?─.

─Ambas...─ la chica abrazó a la mujer, reconfortando su cabeza sobre el pecho de esta ─Y así te prefiero─.

─Buena suerte en la ciudad, mi niña─.

─Te escribiré por texto un par de veces a la semana─.

─¿Y me llamas?─.

─Bieeen... te llamo también─.

─Perfecto, ahora vaya tranquila, cuando llegues al apartamento más te vale mandarme fotos de como es y eso, no me dejes con la intriga─.

─¿Por qué lo haría si tú misma lo elegiste y lo alquilaste?─.

─Es temporal hasta que trabajes, además, no está de sobra fingir que es toda una sorpresa para mi el donde vivirás─.

─Bieeen─ la chica subió al autobús.

Pagó el boleto y se sentó del lado que daba hacia las puertas de su casa, mientras se despedía de su madre y algunos sirvientes; saludando como toda una princesa. Una bella sonrisa se dibujaba en la expresión cálida y reconfortada de la señorita Six; ciertamente una princesa en una ciudad que intentaría ser feliz, sería la primicia del comienzo de su nueva vida.

𝐋ú𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐧𝐝𝐚𝐥𝐮𝐳 ─ || ᴸⁱᵗᵗˡᵉ ᴺⁱᵍʰᵗᵐᵃʳᵉˢ ² ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora