Capítulo 1. El encuentro (editado)

289 3 1
                                    

El sonido del despertador me dice que es un nuevo día. Todo estámuy silencioso en casa, lo que me hace comprobar varias veces lahora. Me levanto y voy a la cocina, allí está mi madre preparandosu desayuno, parece feliz. No hay rastro de mi padre

-¿Papá ya se ha ido a trabajar?

-Hija, tu padre y yo llevamos demasiado tiempo que no paramos depelear. Se ha ido de casa, y mejor, así puedo vivir en paz, estabacansada de discutir.

-Si tú estás cansada de gritos imagínate yo que los tengo quesufrir. A ver si ahora que no tienes que preocuparte por eso tepeocupas un poco más por mí. – Respondí enfadada por no habermecontado que mi padre se iba a ir antes y volví a mi cuarto paraprepararme para irme. Hoy iría andando a clase, así podía ponerlocomo escusa para salir pronto. Una vez llego al instituto voy directahasta la clase, no solía dejar mis cosas en la taquilla. Mirando alsuelo, andando rápido, me choco con Dylan, el novio de Evelyn.

-¡Ya podrías tener un poco más de cuidado! - Se queja dándomeun empujón

-Lo siento Dylan, no te había visto.

-Pues para eso llevas las gafas, para ver, ¿no?

-Iba distraída – Ni siquiera sé si me llega a oir porque siguesu camino sin siquiera mirarme.



La primera clase de esa mañana era matemáticas. Esperando a laprofesora saqué la libreta en la que voy escribiendo cuando necesitodesahogarme y me pongo a escribir. Desgraciadamente no ha sido unabuena idea pues Dylan en cuanto entra en clase y me ve tan enfrascadaescribiendo lo primero que hace es quitarme el cuaderno. Intentolevantarme para recuperarlo pero uno de los amigos suyos me sujetapara que me vuelva a sentar

-A ver lo que pone... –Comienza a leer en voz alta haciendo quetodos en clase se enteren de que me gusta– ¡Qué gracioso! Creeque podría hacer la competencia a a Evelyn. Y aunque no estuviesecon ella, nunca estaría con un bicho como tú.



Sin poder reprimirme más me levanto con mis cosas, le doy unempujón recuperando mi cuaderno, y salgo del centrro prácticamentecorriendo bajo la mirada de la profesora.





[Narra Liam]

Lo mejor de las vacaciones es que te puedes levantar a la hora quete de la gana porque no tienes muchas obligaciones. Aún así, megusta levantarme temprano para aprovechar las primeras horas de lamañana. Abro la ventana de mi habitación del apartamento en elcentro de Londres para que entre el aire fresco mientras me preparo.Hoy me he levantado con el presentimiento de que algo bueno va apasar, lo noto. Tras vestirme con la ropa de deporte fui a buscar ami perro a su cama.

-Woody, vamos a la calle. – El perro, más vago que una silla,mira la correa de mi mano, pero se vuelve a acomodar. Está algomayor ya y no le gusta salir tanto como antes. – Ya saldremos estatarde. Pórtate bien. – Dejo la correo en su sitio y salgo de casapara ir al parque a correr. Me gustaba ir pronto porque despuésempezaban a estar por allí los del instituto que hay cerca. Llevandoun rato corriendo veo que en uno de los bancos está sentada unachica llorando y, pese a decirme a mí mismo que lo dejase estar, alfinal, me acerco a ella.

-¿Ocurre algo?

-Nada – Susurra en respuesta.

-Si no pasara nada no estarías llorando – Los sollozos, en elmomento en el que levanta la cabeza cesan, supongo que me reconoce,alguna ventaja tiene que tener ser famoso.

-¿Li... Liam? – Pregunta secándose las lágrimas y tratando demostrar una sonrisa.

-Eso dicen – Respondo con una risa intentando alegrarla, y creoque ha sido misión cumplida. Me gusta la sensación de saber que,simplemente con mi existencia, ayudo a la gente– ¿Mejor?

-Algo... ¿Puedo darte un abrazo? – Asiento y se abalanza sobremí comenzando a llorar de nuevo.

-Pero sin llorar, eh. ¿Un paseo? Dicen que cuando se camina sedespeja la mente.

-Gracias, pero no quiero molestar.

-No molestas. Y si así te puedo ayudar pues menos aún. –Responde mi comentario con una sonrisa y toma su mochila del bancocomenzando a andar.

-Todos son problemas en mi vida, últimamente. Mi padre se ha idode casa, en clase se burlan de mí porque soy fea... Te parecerá unatontería, tú sí que tienes que tener problemas.

-Todos tenemos problemas, y tienen la importancia que cada uno lequiera dar. Y te aseguro que he conocido a chicas feas como ostrasque se las dan de modelos. No debería importarte lo que la genteopine de ti.

-No puedo evitarlo. Siempre pienso que quién me va a querer. Nose fijan en una chica como yo.

-Lo que dices es algo físico, material. Algo que se puedecambiar. Lo importante es el interior. Y, antes o después,encontrarás a alguien que te quiera tal como eres.

-¿Sabes? eres exactamente tal y como me imaginaba que eras.

-Algunos dicen que un poco más alto de lo que parezco. – Reímoslos dos con ello – ¿Y no deberías estar en clase ahora mismo?

-Sí, debería. Creo que debería volver. Ya he perdido una clase.

-Pues vamos, me pilla de camino para comprar el pan

Esas pequeñas cosas. StrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora