Capítulo 41. Conversaciones necesarias

68 1 0
                                    

...

-Ya pero a mamá no le va a gustar. - Le digo a papá.

-Pero bueno, qué se le va a hacer.

-Ya veréis el twitter mío esta tarde. Yo debería irme ya, no quiero llegar tarde a la segunda parte del ensayo. A la noche hablamos, preciosa – Sonríe y me besa. - Adiós señor Brandom, un placer poder haber comido con usted.

-Tutéame, llámame Eric, por favor, no me gusta que el novio de mi hija me llame señor, suena demasiado... demasiado distante y serio.

-Vale, pues adiós Eric, un placer poder haber comido contigo.

-Igualmente muchacho. Espero que se repita esta velada, a ver si la próxima vez pudiese ser en mi casa.

-Eso sería lo mejor, pero porque significaría que mamá ya te quiere – Digo riénodme ante la imposibilidad cercana de esa velada. Una risa pero aguantando un suspiro de resignación. Vuelve a despedirse se va y con un rápido adiós se va a paso acelerado calle arriba. Mientras lo veo irse las palabras de la televisión resuenan en mi mente ¿será algo pasajero?

-Se nota que lo quieres. - Me dice mi padre sacandome de mis pensamientos.

-¿Qué me decías?

-¡¡Que se te nota que lo quieres, abuela!! -Dice riendo. Siempre con sus bromas que hacen sacarle una sonrisa a cualquiera.

-No tienes una ligera idea. Demasiado, diría yo... pero mamá no lo ve, y eso me da pena... pena y miedo. ¿Y si no lo acepta nunca? ¿Y si consigue con su cizaña que esto no dure? Y... ¿Y si tiene razón y Liam en cuanto se canse de mí me dejará por otra?

-¿Y si no tiene razón, que no la va a tener porque este muchacho se le ve demasiado bueno como para que se “canse” lo a gusto que te vas a quedar con el “ves como no tenías razón”?

-No le hagas caso.

-Ya pero...

-Ni ya pero ni nada. Voy a hablar a la noche con tu madre sobre el tema. Lo que no entiendo es como al principio le caía genial pero de repente, en cuanto diste la noticia en tu graduación que erais más que amigos se le cruzó el cable. Es un buen chaval. Es famoso pero no se le ha subido la fama a la cabeza. Es muy humilde y atento y estoy seguro que una fuerte capacidad de compromiso es la que tiene, porque esto de la música ya hay que ponerle ganas y esfuerzo si quieres ser algo importante aunque a veces también es tener suerte, pero las menos. No te preocupes, hija, de aquí a un tiempo ya verás como le empieza a gustar a tu madre, solo que no lo conoce bien - Mira el reloj – Y deberíamos volver a casa que es tarde y tu madre se va a molestar.

-Jope... venga vámonos a casa. Por cierto papá, al final voy a echar la matrícula en la escuela de estética y estilismo, me han terminado de convencer Perrie y Lou.

-Eso está bien, lo importante es tener unos estudios ¿de qué da lo mismo? Y eso es algo que siempre va a haber trabajos.

-Pues sí... Además yo ya tengo trabajo sobre eso el año que viene papi. De ayudante de Lou... a ver si para ese entonces ya no le importa a mamá Liam y puedo irme a la gira con ellos.

-¿Ooooooohhh y puedo irme con vosotros? - Pregunta con el mismo tono en el que lo diría un niño pequeño cuando su hermano mayor se va al parque con sus amigos. - Porfa.

-Claro papá, ¿por qué no vas a poder?

-No sé... quizá...

-Nada papi, si el año que viene trabajo como ayudante de Lou tú te vienes conmigo a conocer mundo. Seguro que a Liam le haría mucha ilusión. Pero falta todavía mucho, no sabemos ni siquiera si para ese entonces seguiremos juntos.

Esas pequeñas cosas. StrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora