Capítulo 12. Mi Bella Durmiente

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Ha pasado ya un mes desde queconocí a Liam y han ocurrido muchas cosas desde entonces. Heconseguio adelgazar, no mucho, pero sí lo suficiente como para tenerque comprar un cinturón para los pantalones que me apretaban hace unmes. Había conseguido aprobar todos los exámenes, y los dos que mequedaban los llevaba muy bien, así que tanto mi madre como yo mismame había dado permiso para tener más tiempo libre. Liam ya me hapresentado al resto de la banda, y he ido dos días, contando conhoy, a los ensayos. El primer día coincidí allí con la novia deLouis, al principio me pareció un poco repelente, un poco pija, peroen cuanto estuvimos hablando un rato empezó a caerme bien. Es buenapersona, un poco aniñada, pero podría ser peor. Hoy he vuelto a ircon ellos al ensayo, he aprendido a tocar algunas canciones suyas conla guitarra y querían demostración, así que, muerta de vergüenza,se la di. Al principio me pareció que hacía la cosa más horribledel mundo con aquellas canciones, no obstante los chicos mefelicitaron. Todos no, Zayn ni siquiera había prestado atención,suficiente tenía él en la cabeza ya que Perrie aún seguía en elhospital y los padres de ella no le dejaban acercarse para verla enlos ratos de poder entrar a verla. Lo único que conocía sobre ellaera cuando sus suegro no estaban se colaba en el hospital para ir apreguntar a los enfermeros que, ya conociéndole, iban a buscarle ala entrada. Sobre todo desde el día que intentó colarse en lahabitación.

-Zayn, no adelantas nada con esehumor. Dile algo a la muchacha, encima que se ha molestado en venir aecharnos una mano tocando la guitarra. – Le reprende Louis

-Lo siento, tengo la cabeza en otrositio

-Sabemos de sobra dónde la tienes,pero ahí no es dónde la tienes que tener.

-¿Pero cómo queréis que esté? Nosqueda un mes escaso para la gira y Perrie sigue en el hospital. ¿Ysi tenemos que irnos y dejarla sola ahí? Además sus padres no medejan acercarme.

-La verdad es que no es justo...

-Y tanto que no, tú tienes tantoderecho como ellos a estar allí aunque sea para preguntar solamente,te preocupas tanto como ellos, o más, porque antes de que llegasentú no te separabas de alli ni para mear, bueno, para eso sí porqueno había más remedio. Habla con ellos, déjales las cosas claras.Si no lo haces tú lo haré yo por las malas.

-La verdad, chicos, yo no sé qué haría sin vosotros.

-Comer palomitas y helado de chocolate, como en las pelisamericanas. - Dice Niall riendo.

-Siempre comiendo Nialler.

-No me lo digas a mi, díselo a las pelis americanas.

-Tenéis razón, debo reclamar el lugar que me pertenece. Y si yaveo que es imposible hablaré con el director del hospital.

-Quizá pueda hacer una excepción, los donativos son muyagradecidos... – Comenta Louis con las cejas levantadas – porsupuesto no lo digo porque mi madre haya oído cosas sospechosas enel hospital en el que trabaja, en absoluto – Todos reímos. Zaynafirma y pide acompañamiento para ir, al cual Niall se ofrecevoluntario. Ellos se van y nosotros comenzamos a recoger. Cuandoestamos acabando recibo un mensaje de mi padre para que vaya a comermañana a su casa nueva, y me pide que vaya con Liam. ¿Por quéquerrá que Liam vaya a comer a su casa?

-Liam, ¿tienes algo que hacer mañana? – Le pregunto aún singuardar el movil.

-Creo que no, quiero ir al hospital pero no dependo de una hora.¿Por qué?

-Me ha dicho mi padre que quiere que vengas a su casa a comerconmigo.

-¿Y eso? – Levanto los hombros confundida y el ríe – Vale,voy contigo. Ya me dirás la hora.

-Voy a llamarlo ahora que me diga

[ZAYN]

Llego con Niall al hospital, donde no hay ni rastro de los padresde Perrie ¿se habrán ido ya?

-Buenas tardes muchacho, hacía días que no te veía. – Mesaluda la jefa de los enfermeros de la planta, con quien hablaba cadavez que se colaba y estaba ella.

-Un compañero tuyo me iba a buscar a la puerta para informar, asíque no necesitaba entrar

-Pues ahora vas a estar de suerte, hasta mañana por la tarde mehan dicho que no vuelven, así que esta tarde podrás entrar a verla.– No pude evitar la sonrisa en mi rostro. – Queda media hora parael rato de las visitas, pero hay una enfermera por aquí que mejorque no te vea, se lo contará a tu suegra, tiene su teléfono y comote vea aquí es capaz de llamarla y teletransportarse. Es pelirroja,guapita, suele llevar los zuecos verdes en vez de blancos.

-Tranquila, si la vemos la distraigo – Responde Niall. Volvemosagradecer a la señora y vamos a la sala de espera.

-Al menos podré entrar a verla

-Claro, quédate con eso. Entro contigo si quieres, sé que puedenentrar dos personas.

-Te lo agradeceria. – El tiempo pasa lento en las salas deespera, pero por fin es hora de entrar en la sala, la jefa deenfermeros me trae la bata desechable con la que hay que entrar yNiall, antes de entrar conmigo se va a distraer a la enfermeraconfidente de mi suegra desatando todos sus encantos irlandeses. Unauxiliar me dirige hacia donde ella está, en una habitación a partepor seguridad al ser un personaje público. Llego y me coloco a sulado tomando su mano, quedé mirándola en lo que Niall tarda enllegar. – Me duele tanto verla así...

-Solo duerme, Zayn.

-Lo se, Niall, lo sé. Pero la echo de menos. – Me acerco a sufrente y bajando la mascarilla llevo mis labios a su frente, el únicolugar sin cables, y le dejo un suave beso en su piel seca. Entonces,como si de un hechizo se tratase, noto como como su mano reaciona altacto de la mía y al alejarme veo como intenta abrir los ojos.

-La bella durmiente, sí señor. Voy a buscar a algún enfermero

Esas pequeñas cosas. StrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora