(T/N) es una estudiante de tercer año de secundaria de 18 años, apasionada al piano siendo una de las chicas prestigio en dicho instrumento, originaria de Morioh pero durante su infancia tuvo su estancia en Tokio, ahora volvía donde casas grandes, m...
El día fue increíble, bastante perfecto para ella además de que al final Yukako era más accesible y amistosa con (T/N), llegando a su casa era la hora de la cena. Empezó a contarle de su día a su madre con bastante entusiasmo y ahora tenía una amiga, esa mudanza realmente no era algo malo después de todo.
Dos semanas pasaron y la familia se había adaptado bastante bien a la ciudad de Morioh Cho, (T/N) pudo finalmente sentirse a gusto con su pequeño grupo, aunque la molestia era el club de fans de Josuke, se preguntaba porque las chicas no se metían con Yukako. Ya sea porque era novia de Koichi o la chica sabía defenderse bien para ese tipo de comentarios.
En la clase de música era bastante destacada al ser melómana, el maestro quería que formara parte del club de la orquesta pero ella se rehusó porque tenía la esperanza de algún día ingresaría a alguna universidad con licenciatura en música cuando volviera a Tokio, aparte de que andaba más interesada en algún club de deporte.
Al finalizar otro día de clase, el pequeño grupo se junto fuera del edificio principal, aquella ocasión pensaban en ir a comprar los famosos sandwiches de Morioh Cho, así que en cuanto salieron todos se apresuraron en ir a aquella repostería con la esperanza de alcanzar alguno y seguido de ahí, querían ir a sentarse en el parque o a las orillas del pueblo para platicar como añadir alguna que otra tontería.
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—¡Siii! ¡Finalmente hemos llegado, ricos sandwiches vengan a mí!—. Gritó con tanto emoción Okuyasu que tuvieron que intervenir en ello Josuke y Koichi por respeto hacia los demás clientes.
—Oye idiota...deberías tomar en cuenta que hay gente más civilizada que tú—. Se quejó Josuke mientras se fueron a dirigir al mostrador para pedir el aperitivo mientras (T/N) se quedaba observando algunos de los postres o panes del local.
—"Vaya...son tan bien elaborados y son baratos, si viera algo así en Tokio estaría el doble"—. Pensó la joven.
—....¡Nooooooo! Solo queda uno—. Otra vez la estruendosa voz de Okuyasu se hizo resonar en el lugar.
—Bueno...lo vamos a decidir en un tierra, papel o tijera, ¿Les parece?—. Sugirió Josuke.
—No se preocupen chicos, yo puedo tomar un postre así que queda entre ustedes cuatro—. Dijo (T/N) mientras se ponía a caminar dentro del local para ver que se le apetecía.
—¡Eres un ángel (T/N)!
—¡Calla de una vez y veamos quien gana ese sandwich! ¡Vamos Koichi!
Aquella escena a lo lejos la chica llegó a ver por unos segundos con una sonrisa, volviendo su atención hacia la variedad. Tenía unas difíciles opciones ante postres que nunca había probado y los que si, era por algún antojo de volverlos a comer que no sabría que tomar; parecía no encontrar mucho hasta que visualizó una pequeña tarta japonesa de cheesecake, con la emoción aproximó su mano cuando alguien también estaba por agarrar del mismo producto.
—...lo siento—. Dijo la chica para dirigir su mirada hacia la persona con la que tuvo el tope por aquel postre.
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