Capítulo 5 "Musa"

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"Lo recuerdo, iba para la escuela...¿Fui tonta por irme sola? No...yo no tenía enemigos, era una chica normal que tenía el sueño de volver a Tokio, tenía a mi madre y mi hermano. Mis amigos, Okuyasu, Koichi y Yukako...tal vez Josuke, me sentía cómoda y feliz con él..."

La visión de (T/N) era nublosa como su conciencia iba reaccionando poco a poco, lo que apenas podía captar su mirada era un piso de tatami, la luz de ese lugar era dada por luces incandescentes, un aroma de limpieza y aromatizante a menta invadía un poco el aire. 

—¿D-d...dónde estoy...? 

—Parece que al fin despiertas, mi querida musa.

La joven reaccionó ante la voz, poco a poco fue recobrando sus sentidos hasta encontrarse con un hombre rubio frente de ella, en un lapso de minutos su mente le decía el no haber conocido a dicho hombre pero recordó que era el mismo con el que se había topado en la panadería. Por temor de lo que pudiera hacer ella empezaba a moverse, dándose cuenta que estaba atada a una silla de ruedas, desde el pecho, muñecas hasta los tobillos. 

Al darse cuenta de la situación su respiración iba en aumento, sentía el miedo invadir su cuerpo, por primera vez el de no juzgar a las personas le había sido una mala jugada, pero parecía alguien tranquilo en quien no podría juzgar y podría ser el principal sospechoso de las desapariciones de Morioh Cho. 

—P-por...favor...si lo que necesita es dinero, puedo conseguirlo...por favor...no me haga daño...

—Tranquila...no te haré daño, ¿Cómo podría hacerlo?—. Dijo mientras acariciaba con delicadeza la mano de la chica. 

Está extrañada lo miraba pero un cierto miedo empezaba a causarle todo el momento, empezó a mirar su alrededor para ver que se trataba de una casa con diseño japonés semi antiguo, delante de ella se encontraba lo que parecía el jardín lo que usualmente había en esas casas. 

"Quiero gritar...no, tampoco podría ser una buena idea...¿Qué debo hacer?"—. Pensaba con cuidado para después el hombre estuviera cara a cara.

—Si estabas pensando en gritar, mas te vale no hacerlo...no quiero dañar a la perfecta obra de arte que encontré pero...si piensas hacer algo que llegué a molestarme tendré que recurrir a medidas estrictas. 

—¿Qué quiere de mí?...Por favor...solo soy una estudiante...mi madre puede pagar mi rescate...prometo no decir nada sobre usted....

—No es necesario, porque vas a vivir aquí conmigo....mas te vale ser educada y limpia, como ya te lo había mencionado...no quiero hacer algo para recuperar la paz que estamos teniendo. 

Para (T/N) no era algo fácil de procesar todo lo que estaba pasando, su cuerpo temblaba, su respiración iba en aceleración por los miles de eventos que podría pasarle, reaccionó cuando sintió la mano del hombre sobre su mejilla, este la observó su rostro con detalle para después deslizar su mirada como la mano hacia las de ella para acariciarlas con suavidad. 

Las yemas de sus dedos se deslizaban sobre su piel, tocaba con una delicadeza, una sensación de rareza pasaba a través de su cuerpo, posteriormente aquel hombre bajo su rostro hasta tocar sus suaves labios en la mano de aquella chica, fueron unos segundos que para (T/N) fueron unos minutos largos de repulsión. 

—P-por favor...pare...

Creía que esté ignoraría su petición, al ser lo contrario se separo como observó el rostro de la joven, limpió una lágrima que se encontraba escurriendo de la mejilla y secar el rastro con un pañuelo que traía perfectamente doblado. 

—Tranquila querida, las cosas irán mejor para ti...te lo aseguro, antes de ir a descansar deberíamos cenar algo. 

 

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Los caballeros no son buenos (Kira Yoshikage x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora