"Cuenta la leyenda, perdida ya en el tiempo, de un amor tan incondicional que hasta en los confines del mundo se escuchó su historia. Un amor lleno de entrega y esperanza, el anhelo de dos amantes. Si bien es una leyenda, pocos saben de su origen, o de donde vino o quien lo conto primero, solo se conoce la esencia misma, la cual es mucho más vieja que el tiempo, dicen algunos que eran dos amantes trágicos, que nunca conocieron un final, que vagan por el mundo ansiando el esperado encuentro, otros hablan de un amor no correspondido, la locura y el deseo, y la muerte aliciente para tal tragedia, cuentan unos más, los más osados y los que tienen imaginación, que ni siquiera eran humanos, que la historia que un día se contó solo era un canto que alguien escucho y con una tristeza infinita se contó. Nadie sabe cómo es, ni de donde vino, pero si les relatare un poco de lo que he aprendido..."
-Lunae Lumen.
SECUNDO CANTUS: EAM FABULAM, IN AMBITUM INTEGRORUM ODIO.
(Segundo canto: La historia de ella. El despertar del odio)
Tiempo aquel en que el rumor corría que misteriosas mujeres se reunían en La Barroca para cantar y bailar, altas humaradas, oscuridad perpetúa y sombras tenebrosas las acompañaban en cada tertulia. Cuentan también que un mal viviente y deformado ser atraído por su cantico, las acompañó en el jolgorio en una noche sin estrellas. "lunes, martes y miércoles..." vociferaban ellas, con valentía el ser cantó, "jueves, viernes, sábado..."; asombradas de su presencia, pero agradecidas por enseñarles más días, las misteriosas mujeres lo "bendijeron". "Serás admirado, vanagloriado y envidiado, belleza sin igual, respeto sin límite, y tus deseos se acatarán..." Cantó una de ellas, vientos helados y susurros lúgubres se escucharon. Poco se sabe bien, que ocurrió después, muchos dicen que un engaño todo fue y su alma perdió el deforme ser, pero hay quienes pregonan la veracidad de la historia, sin embargo, en medio de la narración una advertencia se puede entrever, "... ¡Oh, Qué gran bendición fue!, pero no se ha de olvidar que todo lo que la noche en La Barroca brinda, el día de Adonaí puede arrebatar...".
"Dulces sueños" susurro con dulzura, un casto beso deposito en sus tersas mejillas y con una ligera caricia acomodo sus ensortijados cabellos. Una pequeña sonrisa se asomo en sus pequeños labios, "Buenas noches, mamá" contestó la pequeña, la joven mujer abandono la estancia, dejando en completa oscuridad la menuda figura de la niña. Un tenue rayo de luz de luna se colaba entre las tormentosas nubes, con premura el sueño acudió a ella, sumiéndola en un mundo de cuentos maravilloso.
"... ¡Oh, Qué gran bendición fue!, pero no se ha de olvidar que todo lo que la noche en La Barroca brinda, el día de Adonaí puede arrebatar...".
El rugido de animales embravecidos y el llanto de los niños asustados, despertaron a la dulce niña. Un lastimero chillido heló sus venas, la lejana súplica de su madre, el olor a madera chamuscada y el incipiente rayo de luz que azotó fuera de su estancia le aterró. Pasos fuertes y risas salvajes, una puerta abierta y su pobre madre... "¡Oh! Si es una niña, ¿es esto acaso lo que escondías, ramera?" Grito un hombre, alto, corpulento y tenebroso. "¡Piedad! Tenga piedad mi señor, tómeme a mi... Tenga misericordia de mí..." imploro en sus rodillas la joven mujer, su facie desfigurada en una mueca de miedo y terror. "¡Piedad! ¡Misericordia! No seas crédula mujer, las hechiceras como tú no tiene porqué suplicar algo que nunca tendrán." Refutó con burla, mientras azotaba el rostro de la joven mujer, levantó de nueva cuenta el brazo para realizar la misma acción, pero el impacto de un cuerpo se lo impidió. La pequeña niña, aferrada a su brazo, chillaba "¡No la golpees! ¡Eres malo!" haciendo caso omiso de las réplicas, el hombre empujó a la cría lejos. Su menudo cuerpo recibió el golpe y antes de caer en la inconsciencia vio el miedo de su madre...
"... ¡Oh, Qué gran bendición fue!, pero no se ha de olvidar que todo lo que la noche en La Barroca brinda, el día de Adonaí puede arrebatar...".
Poco se sabe que pasó con aquel pequeño poblado que con el paso del tiempo se había edificado en La Barroca, la historia más conocida es que cayó en medio de las guerras que sumían al país en ese momento, sin embargo, y debido a la incesante curiosidad humana, los viejos cuentan que su perdida se debió a la historia de la "Bendición" y un ser deforme que no cumplió su palabra.
"... ¡Oh, Qué gran bendición fue!, pero no se ha de olvidar que todo lo que la noche en La Barroca brinda, el día de Adonaí puede arrebatar...".
Las eras pasan y las verdades se modifican, las historias se convierten en leyendas y los mitos en creencias, La humanidad que olvida su pasado suele cometer sus mismos errores, la ignorancia no es peligrosa sino la razón desmedida y carente de valor. El amanecer de un nuevo comienzo es el crepúsculo de un final trágico. Mientras sus ojos se cerraban y el susurro de la Fría acechaba, un cantico oscuro y premonitorio escucho.
"... ¡Oh, Qué gran bendición fue!, pero no se ha de olvidar que todo lo que la noche en La Barroca brinda, el día de Adonaí puede arrebatar... reposa en mi tu voluntad que tus deseos más fervientes te he de regalar. Acéptame..."
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SIREN
RomanceLa casa Lan, es una de las más prestigiosas en el ámbito de la medicina experimental, desde tiempos remotos sus antecesores han sido hombres de ciencia, dedicados únicamente a encontrar la verdad de las cosas por medio de la lógica. Lan Wangji es u...