25. El pasado de él

3 0 0
                                    

En teoría, aquí el señor, tendría que estar contándome como se convirtió en vampiro, pero en vez de eso, está tumbado encima de mí, apoyado con los codos para no aplastarme, en la cama, seduciendo, lamiendo y mordiendo mis labios. Parece que se lo está pasando en grande, mientras me estoy retorciendo debajo él. Gimoteo cuando separa nuestros labios.

Agarrada a su cuello, lo empujó hacia mí para unir nuestros labios. Intento transmitir todo lo que quiero decirle con el beso que le doy. Muevo los labios contra los suyos cogiéndole de las mejillas, luego le lamo el labio inferior haciendo-lo gruñir y aprovecho para entrelazar nuestras lenguas.

Jackson me sujeta por la nuca, y me besa con suavidad y dulzura, haciéndome sentir amada y eso me gusta. Como puedo y con toda la fuerza que tengo tumbarlo sobre la cama.

Nos seguimos besando durante un rato hasta que me separo de él y apoyo mi frente contra la suya.

- Jackson, por mucho que me guste besarte. Quiero la historia – digo con la voz entrecortada poniéndome a horcajadas.

- No podemos seguir un poquito más – dice algo pícaro y sonriendo de lado.

- No – digo tumbándome de lado apoyándome en el codo mirándolo a sus ojos azules claros como un cristal-. Venga cuéntamelo.

- Está bien. Cuando tenía 18 años digamos que estaba pasando por la fase de encontrarme a mí mismo. Digamos que no fui por el camino correcto. Tal vez me odies, pero acabe fumando. También me acosté con muchas chicas, lo que desencadeno muchos problemas. Un día iba conduciendo hablando por teléfono, digamos que la conversación no era para nada tranquila. De los gritos que daba hablando por teléfono no me fije que estaba acelerando hasta que choque contra otro coche. Estuve dos años en coma, no había mejorado durante ese tiempo, todo lo contrario, había empeorado mi salud. Al final, la familia había decidido convertirme en vampiro, así que mi querida prima me transformo – se queda en silencio y me mira.

- Gracias por contarme todo esto y por haber confiado conmigo.

- Tú confiaste una vez conmigo y a pesar de que hemos tenido algún problema seguimos aquí juntos – dice.

- Jackson, deja de hablar así o al final voy a acabar llorando y no quiero – digo haciendo un puchero.

- Tengo que irme a casa a comer un poco y a descansar – dice dándome un beso en los labios-. Quiero que descases y duermas bien. No te extrañes si me cuelo en tu habitación por la noche – dice como si nada,

- Me pregunto cuántas veces te has colado en esta habitación – digo dándole un beso de vuelta-. Y ahora largo nos vemos mañana.

Caminamos hasta el balcón, donde nos damos un beso largo, para luego irse.

Tu eres mi destino. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora