Estoy durmiendo hasta que siento una caricia en la mejilla, sabiendo quien es, hago una llave para que quede sobre el colchón y yo encima de él. No le doy tiempo para hablar cuando le doy un beso largo.
- Sabes que te estas acostumbrado mucho a entrar por esa ventana cuando estoy dormida – digo tumbadme a su lado y mirándolo.
- Sabes que te estas acostumbrando a comérmela boca – dice tumbándose de lado para mirarme.
- ¿Te estas quejando? – digo enarcando una ceja.
- No, para nada del mundo.
Se levanta de la cama y me hace un gesto para que lo siga. Intrigada por que quiera hacer, voy a su lado. Lo veo cogiendo una manta del sillón, para luego girarse hacia mí ponérmela sobre los hombros.
- Creo que tú y yo tenemos una conversación pendiente – me dice serio.
- No sé de qué me hablas Jackson – digo preocupada.
- No te preocupes, princesa – dice metiéndome un mechón de pelo detrás de la oreja-. Lo que quiero decirte aquí debajo de la luna nueva, en el sitio donde nos dimos nuestro primer beso, en donde te observado muchas noches dormir y en donde quiero tener más momentos a tu lado – se me humedecen los ojos-. Davinia Mellis, mi querida glotona – me rio-, ¿Quieres ser mi novia?
- Si, estúpido vampiro, quiero ser tu novia.
ESTÁS LEYENDO
Tu eres mi destino. ©
Ficção Adolescente¿Y si te dijeran que tu destino está escrito? ¿Y si no es lo que esperabas, sino mejor? Pero en la vida todo es distinto. Las cosas tocan cuando tienen que suceder, pero lo importante, eres tú quien ayudas a que pase. Las cosas no se hacen solas, tú...