Cuando llego a casa, voy a la cocina, donde mama me ha dejado una nota que dice que se retrasara un poco. Sé que esto no es un distanciamiento, ahora va un poco retrasada en el trabajo por mi culpa. Pidió unos días de fiesta para poder estar conmigo, ayudarme y cuidarme. Me hago la comida y de paso preparo la cena para tenerlo todo preparado a tiempo.
Después de comer y hacer las tareas. Cojo la nota de Jackson y la leo.
Davinia. Tengo que decirte que no quiero volver hablar contigo. No me llames ni me escribas. Tenía razón, cuando te dije que se pondría incomoda nuestra relación. Adiós.
Jackson
Me entra una furia y una ira con él. Si es eso lo que quiere, tranquilo que no tendrá que pedirlo dos veces.
Han pasado varios días desde la nota. El miércoles me escribió y tal, pero lo dejé en visto. Llevo dos días sudado de su careto.
No sé qué le pasa primero me dice una cosa para después hablarme como si nada. ¿De qué coño va? Que se joda.
Estamos saliendo del instituto mis amigos y yo, cuando se atreve a tocarme y allí es donde exploto y le doy un puñetazo en la cara, le doy tan fuerte que se cae de culo.
- No sabes cuánto te odio – le digo cabreada.
Dicho eso me largo para casa.
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Tu eres mi destino. ©
Ficção Adolescente¿Y si te dijeran que tu destino está escrito? ¿Y si no es lo que esperabas, sino mejor? Pero en la vida todo es distinto. Las cosas tocan cuando tienen que suceder, pero lo importante, eres tú quien ayudas a que pase. Las cosas no se hacen solas, tú...
