❄️|Capitulo - 2°|❄️

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Narradora.

Un nuevo día empezaba, los pájaros comenzaban con su canto matutino, los tonos morados, azules y rosas pintaban el cielo de Japón.

Lui aún no despertaba, estaba exhausto de lo que le había pasado, aún no lo asimilaba. Los tenues rayos del sol comenzaban a entrar en la habitación del peli celeste, su cara fue iluminada por estos haciendo lo ver tierno, un leve sonrojo se veía en sus polumos, también los rastros de lágrimas se podían ver con los rayos del sol; uno que otro mechón de su cabello estaba posado sobre su cara y un pequeño rastro de saliva que provenía de su boquita. Simplemente tierno.

Eso hubiera prevalecido durante todo el día, pero la alarma comenzó a sonar y a nuestro bello durmiente no le gustaba, retorciendo en las sábanas tratando de ignorar el aparato para así volver a su deseado lugar fantaseado.
Vuelta tras vuelta y no podía reconciliar el sueño, más opción no tuvo que levantar y apagar la dichosa alarma. Tallo uno de sus ojos mientras bostezaba, con pesadez se levantó de la cama y comenzó a caminar a paso lento hacia el baño, una ducha caliente lo despertaría, ¿Cierto?.

Al llegar al baño, comenzó a quitarse su pijama, prenda por prenda hasta estar desnudo, al estarlo entro en la regadera y giro el grifo, pero al estar soñoliento no se fijo que había puesto el agua fría.

¡Kyyaaaa!, ¡Mierdaaa!

Pobre el Rey del Beyblade, desde lo sucedido nada será igual, ¿verdad?. Después de maldecirse un rato terminó de ducharse, tomo una toalla y se envolvió en ella, tenía frío, no lo negaba.

Ya eran las 6:45 y todos en los sirvientes comenzaban su jornada laboral, unas mucamas estaban en el gran comedor preparando la mesa, algunos cocineros servian el desayuno para su joven amó.
Al tener todo listo solo lo esperaban a él, no paso mucho cuando su querido amó entro al comedor para sentarse y esperar su desayuno, dos mucamas llevaron la comida, una de ellas traía una bandeja que contenía: un plato de cereal con avena y fresas, también un sandwich, y un vaso de leche. La otra mucama traía lo que parecía ser una lonchera.

¿Pará qué es eso?— pregunto con algo de molestia en su voz.

Es un aperitivo, para que lleve a su academia— sonrió amablemente.

Lui no dijo nada más y mejor se dispuso a comer.

Ahora que había acabado el torneo de Theodore, tendría que retomar sus estudios y eso no lo motivaba mucho, pero no tenía de otra.

Al terminar su desayuno, miro por unos segundos el lonche que había preparado la mucama, lo tomó y fue a buscar su mochila para guardarlo. Pero un sirviente se había colocado en su camino.

No se preocupe señorito Lui, aquí le traigo su mochila, tiene sus libros cuadernos, estuche...

Lui le había arrebatado la mochila a su criado.

¡Si todo lo que necesitó!

Y sin más comenzó a caminar directo a la puerta de entrada. Dónde lo esperaba una limusina para llevarlo a su academia.

(. . .)

En la academia todo iba bien, nada extraño o fuera de lo normal. Tranquilidad y orden.
Los maestros daban su clase, los alumnos prestaban atención mientras otros no.

Niño Consentido (Free×Lui×Shu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora