🔹 Cuidado, el pequeño necesita de mucha atención🔹
Una vida secreta lleva el Rey del Beyblade. Ser el más fuerte, el más despiadado, el más orgulloso. Ser el mejor de todos los bleyder's. No es una tarea fácil...
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Otro día empezaba con un ambiente decaído, la peli-negra observaba por la ventana la gran vista que tenía de aquella ciudad.
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Tomando de su taza de café lo único que en esos momentos la alegraba y relajaba. Cortando un trozo de pastel dulce, suave y esponjoso perfecto para aquella bebida amarga. Pero su momento fue interrumpido por el Español; que se acomodo al frente de ella con su típica expresión que no reflejaba nada en lo absoluto, si bien; no se llevaban del todo bien se necesitaban de igual manera.
El rubio la necesitaba porque ella sabía más sobre está "deuda", así lo veía él, y no podía darse el lujo de arriesgarse a intentar algo para salir por su cuenta porque el destino no lo favorecía. Para ella solo necesitaba observarlo y mantenerlo cerca de ella durante esos tres meses porque si se descuidaba de él seria otra mancha a su expediente y a parte tendría la furia de aquel niño que conoció dejándole en claro que el rubio le era importante así que está vez deberá esforzarse más para mantenerlo vivo.
— Hablaste con él— después de lo vivido hace dos días contándole lo sucedido después de que él saliera. Lo observo un momento y este estaba con la mirada perdida.— Es un no—
— No exactamente, hablé con él y estaba muy molesto. Quería enterarse por mí no por...— alzó la vista dedicándole una mirada de desagradó pero ella pudo sentir otra sensación recorrer su cuerpo.— Ti. Aún así quiere mi explicación se la daré pero por el momento no— dejo salir un suspiro largo y pesado, estaba pasando por mucho y eso le quitaba energía más de lo normal.
— Se han dado un tiempo o... Es que algo no funciona con ambos— lo observaba este le dedico otra mirada está vez sería, no le gustaba que alguien ajeno se meta e indagué en su vida personal sin su permiso.— Mira, no me gusta meterme en la vida de los. ¿Ok?— este arquea la ceja.— Bueno esto no es solo mi culpa, pero aún así, no crees que algo falte en ese relación algo que tal vez hayas olvidado— espero a que hablara mientras partía otro trozo de pastel.
— Es mi problema de todos modos— tomo la taza de la peli-negra dándole un sorbo a su contenido al momento que sintió la amargura escupió aquel líquido que su lengua había sentido.— ¡Que tan amargo tomas el café!—
— Muy amargo, mi compa. Adoro el sabor amargo y fuerte del café es como una bofetada a la cara, lo que necesito cada mañana— dio otro bocado a aquel pastel con una sonrisa, muy notoria, en su rostro.— También el karma— sonrió a la vez que reía ligero por la acción cometida por el contrario, no le pregunto ni nada sobre que tan amarga estaba la bebida.
Después de que ambos terminaran de comer; ya que al final, el rubio termino pidiendo dos sandwiches de queso y un jugo de naranja, regresaron a aquel edificio que era el hogar de la chica temporalmente. Mientras que para el rubio era un lugar más en donde se hospedaba.
