Prefacio

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Cuatro años han transcurrido desde aquel enfrentamiento repentino que habían tenido las hijas y sobrina de Sesshomaru.
Donde lamentablemente había perdido la vida Setsuna. Las lágrimas de Towa no paraban hasta que su padre apareció y le entregó un arma capaz de hacer volver a la vida a las personas.

Y fue así como Setsuna regresó a la vida para seguir luchando por aquello que ahora tanto anhelaba. Vivir una larga vida con la familia que le fue arrebatada, con sed de justicia y odio. 

Setsuna estaba consciente que su hermana towa sentía lo mismo que ella sin embargo todo el odio de towa iba hacia el Rey Bestia del Este.
Mientras que el de ella iba dirigido a la hermana mayor de él.

Setsuna no paraba de imaginar cuantas veces había visto que su hermana mayor perdía el juicio cada vez que escuchaba hablar de Kirinmaru y de donde posiblemente estuviera. En cuatro largos años no han sido capaces de verlo otra vez cara a cara. Setsuna se encontraba aliviada que así fuera pues veía cada vez más llena de odio a su hermana apezar de eso a ella le pasaba lo mismo pero con Zero.

Ella no le tomaba importancia lo acontecido con Kirinmaru. No le importaba que este le había quitado la vida. Setsuna consideraba que fue de manera limpia incluso se sentía agradecida por lo ocurrido ya que fue su motor para entrenar cada vez más y más. Fue consciente que parte de lo ocurrido en aquel entonces fue en parte culpa de ella. Sus entrenamientos  rendían frutos, ella no quería ser comparada con su hermana, padre, abuelo, tío o su prima. Ella quería ser Setsuna la exterminadora.

En múltiples ocasiones deseaba estar frente a frente con Kirinmaru para exigir la revancha o en su caso arrebatarle la vida a su hermana enfrente de él.

Setsuna se encuentra mirando el mar mientras toca su violín, la melodía que salía de ese instrumento eran las palabras exactas que no podía decir. Sentía miedo, dolor, irá e impotencia.

- Algún día tendrán que salir de donde quiera que estén metidos. No escaparas de mi Zero te regresaré por cien todo lo que me haz hecho y Kirinmaru juro que seré yo quien acabará contigo y no Towa ni Moroha ni nadie más ¡SERE YO! Aún que me cueste la vida tu y yo nos volveremos a ver en combate para la revancha. -Y fue así como le reveló al mar sus intenciones la Princesa Setsuna.

Estas fueron las palabras de una mujer. Aquella adolescente de carácter difícil ya había madurado y ahora era el de una joven adulta quien deseaba estar entregada a su misión.

Tiempo al tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora