Eres lo que amo!!

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Camine hacía el auto y saque la manta, busque un lindo lugar, tendí la manta y me senté allí, mientras observaba como jugaban y Christian dejaba ganar a Sam era muy lindo, tierno y adorable, en definitivo no había palabras para describirlos, eran un gran equipo.
-Ven mami! Grito Sam desde lo lejos. Christian se acercó.
-Ven cariño. Extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie.
-No Christian no jugaré  fútbol. Él solo me sonrió.
-Vamos te dejaré ganar. Se burlo. Me eché a reír fuerte y tomé su mano. Me puse de pie y el giro la cabeza hacía mi izquierda, donde un sujeto murmuro algo que no logre entender. La mandíbula de Christian se tensó. Una vez que yo estuve de pie, él sin decir nada se dirigió, hacía el sujeto, Christian regreso y él sujeto se retiró del parque.
-Que sucedió con el hombre? Pregunté intrigada.
-Te estaba mirando demasiado cariño y susurraba cosas incoherentes, pero no te preocupes que ya no volverá.
Sonaba enfadado, pero su semblante se relajó, nuevamente.
-Tranquilo, Christian, no los debes escuchar. Lo trate de tranquilizar, pero ya era tarde.
-Eres mía y ningún malnacido te va a dirigir la palabra o te mirar de tal forma que, a mí, me moleste. Acaricio dulcemente mi mejilla. No podía creer este chico era muy
posesivo. Sam regreso a nuestro lado.
-Tienes hambre Sam. Hablo ubicando al niño en la manta del picnic.
-Si Christian. Respondió él aun con la pelota en las manos.
-Ya regreso, quédate a cuidar a mami. Ordeno Christian, él pequeño asintió y obedeció como si nada. Christian se puso de pie camino hasta el auto, saco su celular e hizo una llamada, no comprendía que estaba haciendo. Christian regreso a nuestro lado.
-Esperen un momento. Nos susurró, mientras que Sam nos pasaba la pelota en círculos.
-Señor Christian? Un joven vestido de mozo se paró frente a nosotros.
-Si. Musito poniéndose nuevamente de pie. -Su orden. Él joven entrego tres cajitas, bebidas y postres. No podía creerlo acaso había pedido la comida, la fortuna que eso
le costaría. Él joven se marchó.
-A comer. Balbuceo entregando una cajita a cada uno, era comida china, nunca habíamos comido esto con Sam.
-Si. Hablo el pequeño tomando su cajita y en cuestión de segundos la devoro.
Nos tomamos algunas fotos en las cuales salíamos muy felices, allí en ese momento no existía nada malo.
Regresamos a casa, tocamos la puerta y Margarita atendió.
-Bienvenidos. Saludo en general. Al entrar noté que Pablo se encontraba allí.
-Hola Pablo. Saludé. Christian sonrió al verlo y Margarita los presento.
-Quieres beber un jugo Christian. Ofreció Margarita.
-Si Margarita, muchas gracias. Susurro.
-Rosie, los invito a una cena que haré en mi casa, por un nuevo negocio, a ti Christian también te espero. Le guiño un ojo. Recién se conocían y al parecer se llevaban muy bien. Todos estábamos en la sala.
-Si, gracias Pablo, ya lo hablaremos. Me excuse.
-Cariño, ya debo marcharme. Hablo Christian poniéndose de pie. -Sam. Llamo Christian. Él pequeño corrió hacía él como de costumbre, lo tomo entre sus brazos.
-Adiós, chicos. Se despidió de Pablo y Margarita, ambos asintieron con la cabeza. Nos marchamos a la puerta y Christian se
despidió de Sam. Sam regreso a ver a Pablo y margarita. yo acompañé a Christian a la salida, podíamos escuchar como Sam le contaba de su nueva pelota, del picnic y la
comida china, ambos sonreímos. Acompañe a Christian hasta afuera del departamento
-Gracias por todo lo que hiciste hoy. Hablé  frente a él.
-Para mí es un placer. Respondió con esa encantadora voz. Se apodero de mis labios una vez más, me soltó observándome mientras me sonreía. -Adiós.
-Adiós. Dije por última vez y se marchó.
Subí al departamento.
-Felicidades, Rosie- sonreía Pablo. Yo reí. Fui a duchar al pequeño le di su medicamento y lo arropé en la cama. Me
fui a duchar y al salir tenía un mensaje de texto en mi celular. (descansa cariño), era Christian, le sonreí como idiota al
celular. (tú igual), respondí y me acosté a la par de Sam, él me abrazó y quedamos dormidos.
El sábado debíamos ir a cenar en casa de Pablo. Me puse un vestido sencillo, Christian pasó a buscarnos, nos bajamos en una casa la cual no era de Pablo.
-Mili- gritó emocionado Sam por lo que deduje que era la casa de Mili
-Pasen- sonrió al vernos.
-Aquí trajimos al pequeño- susurró Christian.
-Si claro- habló Mili radiante.- ¿Quieren beber algo?.-ofreció de repente.
-No hermana ya debemos marcharnos. Christian tomó mi mano y yo me sonrojé, al saber que su hermana vería eso.
Me despedí de Sam él niño quedo feliz jugando con Cindy, con Christian regresamos al auto y en un instante
llegamos a la casa de Pablo. Él jamás preguntaba las direcciones y de igual manera eran correctas.
-¿Cómo supiste la dirección? - no podía aguantar más la curiosidad.
-Me la pasó Pablo, cariño.
Estaba sereno. Nos bajamos y Margarita nos recibió, una vez que estuvimos en la mesa por cenar, empezamos a comentar anécdotas de la vida.
-Gracias por haber venido, hoy celebramos, el contrato con este empresario que es un genio y pude conseguir.
Muy buen negocio Christian, por la nueva inversión. Todos se pusieron de pie. Yo quedé boquiabierta, aún no lograba digerir lo que Pablo acababa de decir, Christian y él trabajaban juntos, por eso es que había tanta confianza entre ellos, y ninguno dijo nada. Al parecer no era la única sorprendida Margarita quedó sorprendida.
-Y otro brindis por la nueva pareja- habló Margarita, Me puse de pie y alcé mi copa. Luego de cenar, caminamos por el jardín de la inmensa casa era muy lindo, tenía una piscina. Pablo puso algo de música y ambas parejas empezamos a bailar.
-Hasta luego Pablo muchas gracias por todo. Me despedí amablemente.
-Regresen cuando gusten, nos vemos Christian- ambos se estrecharon la mano.
-Rosie, toma yo me quedo aquí, el lunes regreso a casa. Dejó las llaves del departamento en mi mano.
-Gracias- habló Christian y dedicó una sonrisa ambos.
Nos marchamos.
-No me dijiste que trabajabas con Pablo ni que eres un gran empresario. Recriminé a Christian.
-Porque no creo que eso sea importante cariño. Balbuceó mientras miraba hacia adelante porque iba conduciendo.
-Es importante cómo un empresario saldría con una empleada.
Estaba algo enfadada.
-Una persona está con otra por lo que siente no por lo que tiene Rosie- susurró deteniendo el auto. -Y sabes que eres muy especial para mí.
-Lo siento Christian- me disculpé, él giro mi rostro para que pudiera verlo.
-Tranquila cariño.
Me besó y continuó el viaje. Llegamos al departamento, al cerrar la puerta Christian depositó un beso fugaz en mis labios, mis hormonas se alteraron y rápidamente me cargó en sus brazos y me llevó a la habitación, cada vez se sentía más
lindo amaba su calor corporal, esa noche entre sus brazos cómodamente me dormí.
El reloj del celular de Christian nos despertó.
-Buenos días mi Reyna- acarició mi frente y mi cabello.
-Buenos días Christian- lo saludé y le sonreí, no podía ser tan lindo este hombre.
-Vamos a mi departamento- habló mientras hacía pequeños círculos en mi hombro
-Debemos buscar a Sam. Le recordé
-Prepárale ropa, en un momento mi hermana lo lleva al departamento. Me depositó un beso.

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⏰ Última actualización: May 03, 2021 ⏰

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