Veterinaria - HyeSoul

I

La verdad, HyeJoo no entendía como su hija pequeña podía llegar a tener tanta energía cuando ella toda la vida había sido un zombie por dentro y por fuera. Esperaba que eso pasara en cuanto creciera, porque estar asi de despierta a las tres de la mañana no era normal.

Resulta y acontece, que mientras dormían plácidamente en su cama, escucharon unos ruidos raros provenientes de la cochera. Al levantarse para revisar que era, se encontraron con un pequeño cachorro el cual tenía una de sus patas traseras rota, acostado en el suelo aullando de dolor.

No lo pensaron dos veces para darle cobijo dentro de su hogar.

Pero obviamente no podían dejarlo sufrir de esa manera, asi que, sabiendo que la veterinaria estaría abierta a esta hora, se dirigían hasta allá para ver que podían hacer por el animal.

― Lo podemos llamar... ¿como lo podemos llamar, mamá? 

Se esperaba que su hija quisiera quedarselo, claro, como cualquier niño el hecho de cuidar a un perro era realmente emocionante, pero Hyejoo no tenia tiempo para cuidarlo, su trabajo apenas le permitía pasar la noche en casa y no podía tener una responsabilidad asi en su vida.

― Ay, JiJi, sabes que no podemos tener una mascota, ya hablamos sobre esto. Necesitan de mucho tiempo y cariño ― habló suavemente mientras estacionaba su auto frente a la veterinaria.

― Pero- ¿Al menos le encontraremos una lugar donde quedarse? 

― Claro que sí.

Se bajó primero para poder ayudar a su hija a hacer lo mismo, teniendo en cuenta que tenía al cachorro en sus brazos, envuelto en unas sábanas viejas que encontraron para que no le afectara el frío de la noche.

No quisieron quedarse mucho tiempo afuera y entraron apenas llegaron a la entrada. Las recibió un ambiente medio cálido medio frío, solo eran ellas y los trabajadores en la caja que se espabilaron apenas las vieron.

― Buenas noches ― dijeron las dos al mismo tiempo, acercándose donde estaban aquellos.

― Encontramos a este cachorro en nuestra cochera y creo que tiene la pata rota ― HyeJoo tomó al animal para mostrárselo al recepcionista. El cual se quedo totalmente confundido porque no solo tenia la pata rota, se podria decir que no habia pata y decir: creo, era un poco idiota, pero no dijo nada sobre eso.

― Justo tenía que ser... ― miro hacia un largo pasillo que había a nuestra izquierda. Con una mueca preocupada que no pudieron entender bien ― la doctora Jung está desocupada, pase con ella, es el segundo consultorio a la derecha. 

― Mamá ― llamó la pequeña a su madre antes de entrar al consultorio ― ¿y si tienen que cortarle la patita?

― No lo se, pero va a estar bien, te lo prometo.

Dejó que ella tocara la puerta. Pasaron algunos segundos donde se escucharon varias cosas caer al suelo y ser recogidas al instante. Algo que no le dio muy buena espina a Hyejoo pero no podía quejarse pues a esta hora ni los búhos estaban despiertos.

― Buenas noches, pasen ― una mujer bastante alta las recibió. A Hyejoo le provocó aún más desconfianza el hecho de que parecía que acababa de despertarse.

― Buenas noches ― la mujer se apartó para dejarlas entrar al consultorio. Tenía una mesa en medio donde suponía, dejaban a los animales. Un estante que cubría la mayoría de la pared, totalmente llena de utensilios médicos que desconocía por su poco conocimiento sobre aquello.

― ¿Es suyo? ― Hyejoo negó, pero su hija asintió, dejando confundida a la doctora.

― Lo encontramos en nuestro garaje, tiene la pata trasera dañada ― se lo extendió con mucho cuidado, siendo recibido con la misma delicadeza hasta dejarlo en la mesa para hacer una mejor revisión.

― No debe tener más de un año... ¿había mucha sangre donde lo encontraron? 

Negó, abrazando a su hija la cual ya estaba medio dormida. Sabía que no duraría mucho.

― No, creo que se arrastró hacia allí, hay un hueco en la pared, a veces se meten ratas...

― Podría haberse metido por ahí ― después de inspeccionar bien la pata, se concentró en el cuerpo del perro como tal ― parece como si se hubiera quedado atrapado y tratando de salir se desgarró la piel y un poco el hueso...

HyeJoo se vio bastante asqueada por la escena, cosa que no pareció importarle a la doctora pues siguió mostrándole la pata como si nada.

>> Me gustaría decirle que estará bien pero lamentablemente la herida se fue abriendo con el tiempo y ha llegado casi a su columna así que habrá que cortarle la pata para que no haya riesgo de que se muera de una manera dolorosamente terrible.

Se quedó en blanco. Hyejoo no tenía mucha idea de como tendría que ser el tacto de los doctores, pero sabía que una noticia de tal calibre no debía darse de esa forma.

― Ha... haga lo que sea necesario

― Perfecto. ¿Puedo saber cuál es su nombre?

― Son Hyejoo.

― ¡Y yo soy Son Soojin! ― la pequeña despertó de un salto solo para decir eso.

La doctora río yendo hacia la puerta con el animal en brazos. Sin darse cuenta que estaba cerrada y caminando de espaldas, se dio un golpe en la nuca que para las dos sonó bastante fuerte.

― Disculpe ― Hyejoo se apresuró a abrir la puerta por ella ― voy a llevarlo a la sala de cirugías, estará bien. Por mientras puede ir a la recepción o quedarse aquí, no tardaré mucho.

Debo dejar de empezar historias sin haber actualizado otras.