II

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Soojin se durmió en su regazo a los cinco minutos de estar esperando en la recepción. Después de insistirle varias veces que "su cachorro" se pondria mejor, por fin se calmó y decidió descansar.

Y Hyejoo podria estar en la misma situación. El precio por los cuidados del perro era poco y mañana (o más bien hoy) tenia el día libre. Pero no podia. No cuando absolutamente todos los recepcionistas tenian un rostro angustiado y cada tanto iban a revisar la habitación donde estaba la doctora Jung.

No aguantó más y cuando uno de ellos estaba regresando a su lugar de trabajo, lo llamó.

― ¿Paso algo con el cachorro?

― No no, usted puede estar tranquila, señora Son ― pero Hyejoo no podia confiar en ese tono preocupado y nervioso ― lo que pasa es que la doctora Jung se especializa más que todo en trabajar con animales sin mucha esperanza de vida...

Al principio no entendio muy bien a lo que se refería. Su cabeza trabajó duro para no tener que preguntar y quedar como una adulta medio safada frente a él.

>> Pero no se preocupe, el perro estara bien ― y justo después de eso, un maullido de dolor provino desde el pasillo, lo suficientemente fuerte como para despertar a su hija.

Se escucharon las viagras de una puerta abriendose y, lo que pudo reconocer como la voz de Jung diciendo:

― ¡Esta bien! ¡No se preocupen! ¡Digale a la señora Son que me espere cinco minutitos más!

Cinco minutitos que pasaron en cámara lenta desde su perspectiva. Una vez más, tuvo que asegurarle a Soojin que estaría bien para que durmiera, y sabía que ya no iba a despertarse pues cuando se dormía en sus brazos como cuando era una bebé, ni un tiroteo podia despertarla. Ya comprobado.

Jung salió del pasillo con una sonrisa gigantesca para acercarse donde estaban ellas. Muy tierna y todo eso, pero al bajar su mirada, un poquito más hasta su bata, se podian ver gotitas minimas de sangre.

― Voy a cortarle la pata al cachorro ― el chico con el que anteriormente estaba hablando, bajo su mirada sosteniendo el tabique de su nariz ― pero usted puede estar tranquila, los perros no son como los humanos, ellos no se mortifican la vida si le quitan una pata.

Ahora se le notaba mucho más satisfecho con sus palabras.

― Ah, esta bien, ¿ya podemos irnos? ― aprovechó que su hija estaba dormida para que no pudiera decirle nada sobre su decisión.

― ¿No se lo va a quedar?

― No tengo tiempo para cuidar de un perro ― no fue su intención sonar de esa manera ― lo que pasa es que, estoy ocupada, no creo poder darle toda la atención que necesita.

Los otros dos se miraron entre si. Tal vez estaban hablando telepáticamente, pero descartó esa idea por lo estupida que sonaba y por lo confundidos que estaban los dos haciendose señas mutuamente que no parecian entender.

― Lo que pasa, señora Son, es que estamos casi a explotar y no podemos dejarlo junto a otros perros porque puede correr el riesgo de que lo lastimen

― ¿No podria quedarselo algunos días? solo sera hasta que se recupere por completo.

Completo el párrafo. Pero Hyejoo seguia sin ceder y era firme en sus palabras.

No llevaria el perro a su casa.

― Oh, esta bien ― lo doctora se mostro repentinamente decaída. Cosa que le provocó un nudo en el estomago a Hyejoo ― supongo que... podemos ponerlo en la parte de atras junto al bulldozer

¿Con un bulldozer dijo? Estaba atónita, ¿en serio eran capaces de poner a ese pobre animal lastimado junto a bulldozer?

― Es la única opción si queremos cuidarlo bien. Podemos ponerle una correa para que no lo ataqué ― el recepcionista le seguia el juego.

Porque era exactamente aquello. Todas esas señas y miradas confusas no fueron tan inútiles como podria pensarse. Y aunque no lo pareciera en un principio, tenian un plan bastante bueno, a base de las intenciones reales que tenia Jung.

― No podra correr bien si de casualidad se escapa.

― Pero no hay otro sitio donde dejarlo.

Seguian muy empeñados en mantener ese tono desganado.

― ¿Y si lo llega a matar?

― Lo enterraremos en la parte de atras, con suerte servirá de abon-

― ¡Me lo llevo! ― se levantó de su asiento tan rápido como pudo interrumpiendo la conversación de aquellos.

― ¡Perfecto! ― Jung se levantó con ella dandole un pat pat en su cabeza a su hija que seguia dormida ― hoy mismo haremos la cirugía y ya mañana podrá llevarselo.

Fue ahí donde cayó en cuenta de lo que habia dicho. Porque ella seguia creyendo inocentemente que en verdad iban a ponerle junto a un bulldozer, y por esa razón no negó nuevamente la custodia temporal.

Puras patrañas.

Lo más peligroso que tenian en esa veterinaria era un poodle que atacaba a todo lo que se movía con mordidas totalmente

― Nos vemos, señora Son, que pase un lindo día.





Jinsoul said: manipulable

Veterinaria - HyeSoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora