HyeJoo pensaba decirle a Jung que no debía decir las cosas de esa manera, mucho más cuando vio la expresión totalmente aterrorizada de SooJin escondiéndose detrás de ella cuidando que la doctora no se le acercara de nuevo.
Pero el inminente y ruidoso llanto de JaeHee hizo que toda su atención fuera hacia ese lugar, viendo como JungEun se aproximaba con su hija en brazos intentando calmarla.
― ¿Qué le hiciste?
― ¿Qué? Yo no hice nada ― HyeJoo no confiaba en JungEun.
JaeHee no era de esas niñas que lloraban por absolutamente todo, de hecho, pocas habían sido las veces que HyeJoo le había visto de esa manera. Sin embargo, con una madre como JungEun que era capaz de ponerle lagartijas en la cabeza a las niñas, llegaba a pasar seguido.
>> Bueno bueno, tal vez, sin querer... pise su árbol de mandarina.
― ¡Estaba creciendo! ― grito despegándose del cuerpo de su mamá para ir con HyeJoo y abrazarla a ella.
Ahora estaba atrapada entre la mirada llena de entusiasmo de Jung esperando a que le diera su opinión sobre la piedra con el escorpión. La expresión angustiada de SooJin. El llanto de JaeHee la cual estaba aferrada a su torso y por supuesto, la misma JungEun a la que los ánimos se le bajaron por el suelo después de que JaeHee corriera de ella.
No sabía con quién ir primero, pero con alguien tendría que ir si quería arreglar esto.
Lo principal era callar a JaeHee, sin dudas, para ella únicamente tuvo que acariciar su cabeza con suavidad, dejando que limpiará sus lágrimas en su camisa. Después, alzó a SooJin para reconfortarla un poco aunque la pobre seguía igual de asustada con la mínima cosa que pasaba a su lado. Llamó a JungEun para que se acercara una vez que JaeHee se calmó, y esta se apegó nuevamente a su madre. Por último, volteó a ver a JinSol quien había cambiado esa mirada entusiasta por una llena de admiración.
[...]
El día terminó bien. Entre lo que cambia claramente. Cuando dije que alguien no saldría ileso de ahí, era verdad. JungEun sin querer le quemó un cabello a Hyejoo, por suerte solo era un pelito suelto por ahí, pero el tiempo que estuvieron recogiendo las cosas, JaeHee y SooJin se la pasaron quejandose del olor a quemado que desprendía la cabeza de HyeJoo.
― Mamá ― SooJin llamó una vez que ya estaban yendo hacia sus vehículos ― ¿puedo quedarme en casa de JaeHee?
JungEun casi estaba de rodillas rogándole que aceptara, señalando a su hija que esperaba con ansías la respuesta de HyeJoo aun con rastros de lágrimas en sus ojos.
― No lo sé... Mañana tienes escuela y además no tienes pijama ni uniforme para quedarte, ¿no sería mejor otro día?
¿Dije casi? perdón. JungEun estaba de rodillas
― Por fis mamá... JaeHee me prestará una de sus pijamas y podrías llevarme el uniforme antes de ir al trabajo, por fa por favor ― terminó por aceptar.
SooJin le dejó su casco y para despedirse, le deseo buenas noches y unos dulces sueños, beso su frente y SooJin hizo lo mismo.
― Nos vemos ― se despidió JungEun mientras se montaba en su carro.
HyeJoo se despidió con su mano, viendo como el vehículo arrancaba para salir del parque hasta perderse de la vista.
Quiso ir a su moto y hacer lo mismo, pero justo cuando se volteo, el rostro de Jung la recibió de frente y de pleno, asustándola tanto que ni siquiera pudo moverse de su sitio.
Hubo un silencio inquietante de su parte, su rostro serio y tan cercano no ayudaba a mejorar la situación.
― Nos vemos también ― dijo después de varios segundos.
Observó cómo JinSol sin más pasó por su lado y siguió caminando como si nada hacia la salida. Lo raro es que no se veía como un caminar normal, era como si sus pasos fueran lentos y pequeños de una manera intencional muy obvia.
― ¿Tiene como irse? ― JinSol se volteo negando.
>> Puedo llevarla si quiere ― felicidades HyeJoo, acabas de darle exactamente lo que quería.
Le ofreció su propio casco, quedándo ella con el de SooJin. Jung se vio enternecida con las brillantes pegatinas de princesas alrededor de todo el casco digno de un motociclista de película.
― Tiene una hija muy tierna ― HyeJoo no entendía porque a veces se refería a ella de manera formal y otras veces hasta era capaz de llamarla por su nombre.
― Gracias ― SooJin recibía muchos cumplidos, pero ella nunca supo cómo tratarlos.
>> Lo sacó de ti ― tampoco supo qué responder.
Se quedó en silencio todo el camino hasta la moto, también cuando se puso el casco y encendió el motor.
― Tenga cuidado al subirse ― JinSol ni lenta ni perezosa, se subió abrazando a HyeJoo sin vergüenza alguna. Bueno, de igual manera le iba a decir que podía sostenerse como quisiera pero no imaginó que haría algo como eso.
― Puede dejarme en la veterinaria ― tal vez JinSol no podía decidir cómo hablarle.
[...]
HyeJoo no lo había pensado bien, pero una vez que la dejó en el establecimiento se dio cuenta de algo importante.
"¿Quién trabaja un domingo a las tres de la tarde?"
No no, HyeJoo ya estaba cansada de ser sensata. Nada de "particular" o "diferente" Jung JinSol era rara. Punto y final.
Y no solo eso. HyeJoo no era tan idiota como lo parecia pero después de algo tan obvio como un beso en su mejilla con toda la intención de dejar el labial marcado ahí y un "adios" literalmente en su oído, estaba empezando a deducir cosas, si, por fin.
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Veterinaria - HyeSoul
Fanfiction"Mamá dijo que le gusta la veterinaria" "¡La carrera! era la carrera, Soojin" LOONA - Como salga (xd) HyeJoo x JinSol