Veterinaria - HyeSoul

III

― ¿Compraste un cachorro con la pata safada?

JungEun miraba al perrito descansar tranquilamente en la alfombra de la casa. Acariciaba su cabeza con cariño totalmente enternecida por el simple hecho de que era pequeño y suavecito.

― No lo compre. Lo salve, y me lo lleve de la veterinaria porque los doctores son unos malditos psicópatas. Solo lo tendre por unos días.

HyeJoo seguia bastante indignada con la decisión que habian querido tomar Jung y el recepcionista, que repito, no era verdad, pero ella no lo sabía.

― ¿Te sirvió el carro?

JungEun se sentó a su lado en el mueble.

― Si. Gracias de nuevo por prestarmelo, si lo hubiera llevado en la moto seguramente la pata volaba.

Solto una carcajada gigantesca palmeando el hombro de HyeJoo varias veces.

― ¿Va a necesitar algo más? ― ella negó.

― Compré un poco de comida para perros de camino. SooJin y yo le hicimos una cama con unas sábanas viejas y, trate de limpiar un poco el patio de atras para que hiciera sus necesidades ahí.

No fue tan malo después de todo. Seguia sin querer quedarse con el perro pero era increible lo bien que se habia adaptado solo en un día el animal y ella.

― ¿Quieres que busque a Soojin?

― No no, yo ire a buscarla, la última vez que tu la buscaste la hiciste llorar.

― ¡Que iba a saber yo que no le gustaban las lagartijas!

― ¡Se la pusiste en el cabello!

Río maliciosamente ante ese recuerdo. Se habia reído muchisimo ese día pero el peso de la culpa hizo que incluso tres semanas después, siguiera cumpliendo todos los caprichos de comida que tuviera la pequeña.

― La voy a buscar. Vamos, seguro que extraña a su tía favorita.

HyeJoo accedió, con la unica condición que la trajera a casa de una vez y no anduviera dando vueltas por Busan durante más de media hora.

>> Adios pequeñin.

Abrió la puerta para JungEun, molesta pues se habia despedido del perro con un abrazo lleno de cariño y a ella le habia sacado el dedo del medio mientras se iba.

[...]

― Mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá

― ¿Qué pasa, mi cielo?

― La doctora Jung te mando un mensaje.

Le habia dado su teléfono a SooJin para poder hacer la cena tranquilamente. Entendía que no era la correcto pero cuando no habia nadie más en casa, era su única opción para distraerla.

Tomo el teléfono y reviso el mensaje.

"Señora Son🧚‍♀️ pasado mañana🙈 Kwan tiene que venir otra vez a consulta🏃‍♀️ para ver como va su pata👺 no falte por favor 💅"

HyeJoo pensó que la doctora Jung era bastante peculiar.

"¿Kwan?"

"Seguramente usted no habia pensado ninguno 💁🏻‍♀️ asi que me tome la libertad de ponerle uno 🙋🏻‍♀️"

"No lo vi necesario, no voy a quedarmelo"

La dejo en visto.

Hubiera sido mucho más factible simplemente darle su número al recepcionista (como debia ser) pero ante la situación, según Jung, lo recomendado era tener los teléfonos de cada uno.

Lo cual también era una mentira. Pero HyeJoo era muy inocente con esos temas.

Le dejo nuevamente su celular para que siguiera viendo sus videos infantiles y regresó a la cocina, pero el tono de llamada de su teléfono hizo que tuviera que regresar donde estaba.

― Ah, HyeJoo, se me olvidó decirte algo muy importante.

― Aja?

― Cuando fui a buscar a SooJin, la profesora dijo que habria una reunión de padres o algo asi, cosas raras. Y- ¡Ah, bajate de ese estante JaeHee! dame un momento.

Se escucharon unos cuantos gritos más por parte de JungEun, algunas cosas cayendo al suelo hasta que finalmente retomo la llamada.

>> Como decia, SeoHo quiere que vayas a su casa un rato, para charlar y toda eso, you know you know, cosas de familia.

SeoHo era su hermano. También, el ex esposo de JungEun.

Que historia más enrollada. Mejor doy una explicación.

SeoHo era mayor que HyeJoo por cinco años. Se casó y tuvo una hija pequeña con JungEun hace ya tres años.

Al año de vivir como pareja, se divorciaron, pero siempre tuvieron una buena relación amistosa. Un poco incómoda pero nada que una niña pequeña no pudiera arreglar.

Poco después, HyeJoo tambien se casó, pero por varios problemas familiares (que prefiere no mencionar) tuvo que irse de su casa. Despues de eso, más y más problemas llegaron a su vida. Lo único bueno habia sido el nacimiento de su hija pequeña.

Por suerte, JungEun siempre cuidó de ella como si fuera su propia hermana. Durante sus tiempos difíciles, le dio cobijo,  apoyo económico y emocional, trabajó como niñera gratis, e incluso fue capaz de golpear a alguien por ella.

Tenia un deuda muy grande, pero Kim nunca la iba a cobrar. Todo lo que hizo fue por mera humildad y gratitud, con tal de ver a HyeJoo y a SooJin vivir un día más.

― Esta bien, dile que iremos mañana en la noche, cuando llegue de trabajar.

― Dile tú, tienes su número. Te llamó después para saber del cachorro.

― Cambio y fuera ― tenian su forma de despedirse.

― Cambio y fuera, jefa.