Blends

Capítulo 11

Remus fue consciente de tres cosas cuando se despertó: era de madrugada si la luminosidad y la posición del sol en el cielo servían de algo, había dormido mejor de lo que lo había hecho en más tiempo del que podía recordar, y estaba apretado contra Sirius.

Con la ayuda de las dos primeras, la tercera hizo que Remus se diera cuenta de la realidad de la situación y sacara más conclusiones. Sirius parecía estar inconsciente todavía, seguramente sin saber que Remus aparentemente se había movido en algún momento de la noche y se había pegado a él, de lo contrario no estarían en esa posición si no fuera así. Remus se quedó quieto el espacio entre el brazo de Sirius y el resto de su cuerpo, preguntándose entonces cómo Sirius podía no haberse dado cuenta, decidió que lo más probable es que Sirius estuviera acostumbrado a despertarse al lado de alguien, mientras que Remus no tenía más excusa para sus acciones que su ridícula atracción apoderándose de su subconsciente.

Se obligó activamente a no alejarse demasiado rápido de Sirius por miedo a empujarle y despertarle, haciéndole notar claramente su posición. Sintió el subir y bajar del pecho de Sirius y por un breve momento no pudo evitar pensar que si las cosas fueran diferentes esto sería algo con lo que se despertaría cada mañana, antes de reprenderse por el pensamiento. No sabía cuándo había entrado en alguna comedia romántica con sentimientos no correspondidos y que al final acababa mal para uno de los protagonistas, pero quería salir de ella.

Levantó lentamente la cabeza, evitando mirar la cara de Sirius y se apartó, y tuvo cuidado de no empujar su brazo en el proceso, aunque en el momento en que se acomodó al otro lado sintió que Sirius se removía a su lado.

De repente, Remus estaba muy seguro de que no debería estar allí, de que debería haber ido a dormir al sofá y Sirius le diría precisamente eso. Sirius estiró los brazos por encima de la cabeza y lo saludó con sueño, moviéndose un poco en la cama. Remus le dedicó una sonrisa apretada, pero no estaba seguro de qué decir o incluso de si Sirius era una persona mañanera; puede que no le gustara nada hablar justo después de despertarse.

Sirius soltó un bostezo considerable, luego se puso de lado y apoyó la cabeza en la mano. Parecía mucho más despierto que unos segundos antes, sus ojos grises eran de otro mundo y estaban concentrados en él. Remus se sintió desnudo bajo su sobria mirada aunque estaba bastante cubierto, trató de tragar pero la opresión en la garganta no cedía, y cuando habló lo hizo de golpe, cortando el silencio.

"¿Debería... quieres que...?", intentó. "¿Me voy? Sólo que estabas medio dormido cuando dijiste que podía quedarme, pero ni siquiera te pregunté si tenías planes".

Sirius le parpadeó. "Vagos, más tarde", dijo lentamente. "No hago nada antes del mediodía, por regla general".

"Oh", dijo Remus, sin saber qué hacer con eso.

"Eso se traduce más o menos en que puedes quedarte el tiempo que quieras", dijo Sirius, levantando el hombro izquierdo en un encogimiento de hombros, y Remus tampoco supo qué hacer con eso. "James y Lily vendrán más tarde. Pete también. ¿Has conocido a Pete?"

"Más o menos", respondió Remus. "Vino a visitar a James el martes, pero yo estaba en medio de cuatro batidos, así que nuestra presentación fue más que nada un saludo".

"Esa comadreja", dijo Sirius entre otro bostezo. "Ni siquiera me buscó".

Remus sonrió. "Estabas tomando tu cigarrillo de antes del trabajo, y si, hasta yo he aprendido que es mejor no molestarle durante eso..."

"De acuerdo, está bien, es menos comadreja", dijo Sirius, haciéndole un gesto para que se fuera. "¿Qué estaba diciendo? Mm, van a venir más tarde así que deberías quedarte por aquí".