Una Nueva Oportunidad

Capítulo 11: Él o yo, no hay un nosotros Parte 1

Un mal presagio estrujaba el corazón de Xue Yang, las cosas no podían estar nada bien principalmente porque hacía ya demasiados días desde que Xiao XingChen se había ido al receso de las nubes. ¿Lo había abandonado? , ¿Lo habían encerrado sin posibilidades de salir? , lo más probable en la mente de Xue era la primera, pero como culparle cuando él mismo había sido el causante de que su anterior vida culminara en la muerte de aquella persona, ¿no sería lo más sensato dejarlo hacer una vez más su vida y desaparecer por completo para no arruinar esta vida también? Sin embargo a pesar de que por momentos los pensamientos de irse y surcar un camino en solitario se presentara en la mente de Yang, era incapaz de realizarlo, no podía irse, no podía alejarse de Xiao, era tan dependiente de él...

-Él no me dejaría...lo prometió... dijo que estaría conmigo sin importar nada, que no me volvería ha abandonar – ¿pero acaso este momento no estaba solo y Xiao XingChen no se había desaparecido por días? Xue sacudió la cabeza en negación, intentaba no pensar de aquella manera pero no podía esperar más tiempo en aquel pueblo perdido de los dioses, tenía que buscar a quien podría hacer mover montañas por él, en lo más profundo de su pecho podía sentir que algo no estaba bien, y si algo estaba pasando con aquel hombre que se había robado su corazón no se lo perdonaría jamás en la vida y preferiría morir antes que saber que algo malo podía pasarle a Xiao y él no estar haciendo nada.

Tuvo la decisión de tomar algunas de sus cosas y dirigirse hacia el Receso de las Nubes , medio día y una noche tardo en llegar al lugar y comenzó a rodear aquella muralla impenetrable , sabia perfectamente que si intentaba ingresar por la puerta principal no tendría excito ,pero las murallas altas también estaban fuertemente protegidas , lo sabía dese hacia mucho tiempo , aquel lugar era el más protegido y solo una vez había sido profanado , tampoco podía seguir rompiendo las reglas si quería sacar algo bueno de todo esto , XingChen tenía que estar en aquel lugar , un instinto de rastreo se mantenía persistente en él, sabiendo que aquel hombre aún no se había ido de aquel lugar .

-¡SE QUE ESTA CON USTEDES! DEJENLO SALIR – exigió con un tono alto de voz Xue Yang a las puertas del receso, los guardias de este lugar fueron tomados por sorpresa ya que no habían notado de dónde venían los gritos hasta que un hombre de negras túnicas, una mirada fría y bastante dura con una sonrisa maliciosa por si sola apareció caminando hacia ellos, sus cabello largo y rebelde se arremolinaba con el viento.

- Si no sé nada de él a la cuenta de tres... aseguro que matare a estos guardias de ustedes sin piedad.- aunque quizás solo fueran amenazas viniendo de Xue Yang todo aquel lugar sabía que era capaz de intentarlo, muchos aun conocían las historias de aquel hombre mientras que otros muy jóvenes desconocían por completo cual era la misma .

-¡UNO! –Xue Yang saco su espada, un haz de luz purpura oscuro tan frio y mortal destilaba aquella arma tanto como los ojos de su dueño, los guardias de la puerta desenfundaron sus espadas listos para enfrentar aquella amenaza

-No me hagan usar los métodos que todos conocen bien – amenazo Xue mientras se detenía con una sonrisa burlona mirando ha aquellos hombres en la puerta

- ¡DOS! –Por desgracia los guardias no iban a dejar que aquel desconocido hiciera nada y preferían morir antes que dejar que una amenaza siguiera rondando aquel sitio ,por lo que atacaron sin dejar que Xue terminara su cuenta. Yang no dudo en contraatacar pero intento no herirlos sin embargo sus contra ataques eran certeros y llevaron a volar unos cuantos metros de distancia a aquellos dos hombres de Gusu , para cuando el número Tres estuvo en la punta de la lengua del de negras túnicas , una sombra oscura y fría había descendido pesadamente casi sobre él y le exigió una fuerza mayor para alejarlo de él , cuando pudo notar lo que era , sus ojos se abrieron de par de par y un gesto de desprecio aprecio en sus labios