No sigas mis pasos

2-Es Otra

Una semana entera, después de aceptar lo desquiciado que soy, me propuse a realizar mi plan con un éxito, soy inexperto en este tema y lo visto en Internet no es nada comparado a la realidad.

Analizaba todo lo que vi en ese caso, lo que el mejor detective contaba en la estación de policía e incluso me ofrecía a ayudarlo con su papeleo pero solo buscaba más datos para recrear la escena de mi mente.

-Ya es mucho tiempo que llevas esos turnos de noche, te veo, el rostro y lo noto...acabado-Dividía su rebanada de pastel en dos, era algo curioso que siempre hacía, adorable.

-Se extendió algunas semanas por lo sucedido, te prometo que ya acabando esto saldremos a donde quieras.

-Primero serás tú, deberás descansar-Tome su mano para darle un beso, me devolvió una sonrisa.

Ya era hora del turno, desde hace 5 días investigaba a la chica que intentó amenazarme con un taser. A la misma hora de dirigía a su hogar sin preocupaciones, el día martes un hombre la acompañaba pero se fue antes de las 2, extraño.

-Siempre se me queda pegado en el paladar, parece pegamento-Era hora de comer, la lasagña nada apetitosa de Sanders parecía incomodarlo-Quisiera tener a alguien que me cocine todos los días.

-Tienes muchas oportunidades, las desperdicias.

-Ninguna chica me ha invitado comida casera, siempre que voy es comida china o pizza, me gustaría oler el sazón desde la cocina y no a repartidores sudorosos.

-Entonces ve a un curso, deja de quejarte-Aún no aparecía.

-Te haz vuelto más amargado, ¿Estás bien?

-Debo comportarme en la hora del trabajo.

-Ven mañana a mi casa, el partido de...

Ahí estaba, dejé de escuchar a mi colega en cuando ese cabello largo y rubio se cruzó con mi mirada, era algo parecida a la chica muerta, solo que más pequeña, pero era perfecta en mi recreación. Todo estaba ya hecho para ejecutarse, pediría un día libre en cuanto me asegure que estará sola la próxima semana, el arma puedo conseguirla en cualquier ferretería y yo se que Sanders no se dará cuenta ya que estará estratégica mente acomodado lejos de donde sucederá todo. Perfecto.

-Tú silencio duele-Lo había olvidado, me estaba hablando-Parece que esa chica se robó tu atención.

-N-no, es que es raro que este sola como el otro día-Mierda.

-Ya le advertiste una vez, tampoco es que podamos obligarla, al menos podemos vigilar desde aquí su paradero.

Ahora ya está al tanto de ella, sería sospechoso decirle ahora que cambiamos la ubicación de la vigilancia, debo pensar otra cosa.

-Deberíamos salir.

-¡Era lo que te estaba diciendo, sordo!

-La otra semana.

-¿Por qué esperar?

-Créeme, valdrá la pena.

Todo estaba en orden, de nuevo, tuve que hacer algunos arreglos, me encontraba asustado y a la vez entusiasmado, pocos días para el gran hallazgo. Estábamos de ronda, la última de la semana, el domingo tenía planeado que Sanders viniera a mi casa.

-Llevaré lo necesario, tú no te preocupes, me sorprendes.

-Eres mi amigo, deja de cuestionar porque te invité a mi casa.

-Tú no eres así.

-Cambié un poco, quiero disfrutar el momento.

A lo lejos estaba ella, no quise investigar cosas de su persona porque al parecer el hombre al que estoy intentando seguir no sabía nada de su víctima, ni siquiera que vivía junto a una amiga.