6- Última vez

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Saliendo del baño me encontré a Dante recargado en una pared mientras bebía un trago.

-Excelente oportunidad que estés aquí-Se acercó en cuanto me vió, hace tanto que no hablábamos desde el incidente con su hermana.

-Pensaba que estas fiestas no eran lo suyo.

-En efecto, no lo son, pero debía interrogar a personas importantes de aquí.

-¿A qué se debe?

-Tengo mis sospechas, sin rodeos, ¿Recuerdas el incidente que sucedió cerca de tu casa?-Mierda, ¿Cómo supo que ya vivía ahí?

-El de la chica en el auto.

-Correcto, pienso que el culpable es alguno de los dos tipos que estoy buscando.

-Me interesa el motivo.

-Siendo sincero, deberías estar atento a tus alrededores-Un consejo o advertencia, difícil de diferenciar.

La cena había terminado, Sanders me había estando molestando sobre ir a la fiesta de verdad pero mi querida Elena estaba cansada, debía estar con ella.

-Si es por mí no hay problema, me regreso sola-Contestó, quería que me fuera.

-No creo que sea buena idea, te acompaño.

-La casa no está lejos y no bebí nada, puedo regresar en el auto-Mi compañero me veía con ojos de "Todo listo"-Puedo recogerte después, diviértete con Liam.

Después de insistir que dejarla sola era mala idea pudo convencerme de lo contrario, yo estaba en su vida para protegerla pero me demostró que podía valerse por si misma...me desanimó un poco.

-Uy, uy, este tipo de bar no es de los míos-Más que un bar parecía una discoteca de bajo presupuesto-¿Puedes ver a la chica sexy de piernas largas?

-La verdad no.

-¡Con la que estabas hablando! Espero no hayas pensado en...

-Irene, su nombre es ese.

-Sabía que había algo entre ustedes dos-Nos dirigíamos a la mesa donde estaban todos los colegas-Mi sentido de persuasión está muy desarrollado últimamente que debería pedirle a Dante ser su asistente.

-Pidamos un par de cervezas.

-Lo que me gusta.

Pasamos el tiempo bebiendo y hablando de trabajo, no estaba para nada relajando vigilando que Irene no apareciera cerca de nuestra mesa.

Las botellas de alcohol no paraban de acumularse dándome cuenta que Sanders no estaba en las condiciones apropiadas para continuar.

-Mi amigo es un maníaco, ¡En serio! Le apuntó con su arma a un niño gordito solo porque estaban gritando,¿Lo pueden creer?-Todos me miraban de repente, trataba de sentar a este maldito borracho pero se negaba

-Ya solo dices incoherencias, siéntate.

-Quiero seguir contando tus grandes hazañas-Tomaba otra botella como si fuera un micrófono-¡Este hombre de aquí es el mejor héroe que podrán conocer! De verdad, me ayudaba mucho cuando...

Vomito demasiado líquido, era señal para llevarlo de vuelta a casa, nadie de estos supuestos compañeros tenía la intención de ver si estaba bien, solo lo ignoraron como si fuera un gato abandonado.

-Levántate, es hora de irnos-Lo llevé hasta la puerta, esperaba por un taxi pero ninguno se detenía a mis llamados, Sanders pesaba demasiado.

-Puedo llevarlos si gustan-De nuevo esa voz.

No sigas mis pasosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora