HARRY
No pude dormir en toda la noche. Bonnie estaba dormida con Niall y Louis, muy juntitos los tres. Lo único que yo quería esa noche, era pasar un rato con ella y fue imposible por culpa de esos dos tontos que me lo impidieron. Son como mis hermanos, pero necesitaba estar con Bonnie un momento también.
Decidí levantarme y revisar que había quedado en la cocina, de la noche anterior, para prepararme algo de comer. El estómago me rugía, casi igual que mi mal genio de esa mañana.
Mientras revisaba algunas bolsas, Bonnie llegó. Con solo escuchar su voz, mi enojo se disipó por completo.
Ella, preparaba el desayuno, mientras yo intentaba hacerla reír. Eso es lo que más disfruto, verla sonreír. La forma en que sus ojos se hacen pequeños cada vez que sonríe, es de mis cosas favoritas en este mundo.
Más tarde, luego de desayunar, nos despedimos de las chicas y salimos con los chicos caminando hasta mi casa, para recoger sus cosas y retirarse a cada uno de sus hogares.
Subí a mi habitación, me acosté en mi cama y automáticamente me quedé dormido. No había descansado nada durante la noche, fue totalmente normal que me sintiera tan agotado.
Desperté desorientado y un poco asustado, me di cuenta que estaba oscureciendo y al ver el reloj ya eran las seis de la tarde, solo me quedaba una hora y media para recoger a Bonnie y llevarla a nuestra cena, estaba nervioso y emocionado.
Fui a ducharme, me cambié, rocié un poco de perfume, arreglé mi cabello y bajé. Avisé a mi madre que saldría, aunque días anteriores ya le había comentado mi plan para el día de hoy.
Tomé las llaves de mi auto y un regalito que había mandado a hacer como detalle para Bonnie. Ella era especial, y lo supe desde qué la vi por primera vez, había algo en ella que quería descifrar y eso también me había ayudado a componer una canción. Me encantaba pasar con ella, llevarla a cenar, ahora me emocionaba muchísimo, era una forma de conocerla más.
Subí a mi auto y conduje a la casa de Bonnie, al llegar toqué el timbre, Gissele abrió la puerta.
—Hola Harry, pasa, le diré a Bonnie que ya estás aquí. —Abrió paso para que yo pudiera entrar.
—Hola, Giss, gracias. —La saludé con un abrazo.
Mientras Gissele iba por Bonnie, me puse un poco curioso por los rincones de la casa, algo que no hice la noche anterior. Estuve muy ocupado y pendiente de lo que sucedía entre Bonnie, Louis y Niall.
Las chicas tenían fotos familiares en algunos lugares de la casa, me acerqué un poco a una pequeña mesa con un par de adornos, al centro una foto de Bonnie cuando era bebe. Tenía una tortuga de peluche en sus manos y estaba riéndose, se veía tan tierna, tenía unos enormes cachetotes que me provocaba comerlos. Supe que era ella, esa sonrisa aún no la había perdido, la forma en que sus ojos se achinaban cuando sonreía aún la conservaba.
Al poco rato escuché una voz, y al darme la vuelta, fui incapaz de emitir palabras. Ella estaba preciosa, lo es siempre, pero la forma en que se veía esta noche, provocó que mi corazón se acelerara, no podía dejar de verla. Bonnie me traía en las nubes.
BONNIE
Me desperté asustada porque pensé que había dormido demasiado, vi el reloj, eran las cinco, Harry vendría por mí más tarde. Quería pintarme mis uñas, así que fui a mi habitación y las pinté de un tono rosa pálido, hace mucho tiempo que no usaba ese tono.
—Amiga, ¿puedo arreglarte el cabello? ¿Qué tal si lo alasiamos un poco? —dijo Erika entrando en mi habitación.
—Claro, ya extrañaba que me lo peinaras tú.
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Descubriendo el Amor
Teen FictionBonnie López, una chica que viaja a Inglaterra con su mejor amiga para cumplir sus sueños y formar una carrera profesional. Hará nuevas amistades, vivirá nuevas aventuras, demostrará todo el talento que lleva dentro y descubrirá nuevos sentimientos...