HARRY
Estaba a un centímetros de los labios de Bonnie, podía sentir como su respiración chocaba con la mía, sus pestañas se movían rápidamente mientras veía como me acercaba cada vez más a ella, y entre más se acortaba nuestra distancia, más podía apreciar cada detalle de su precioso rostro. ¡Dios! ¡Me encanta!.
Con mi mano izquierda comencé a rodear su cintura, atrayéndola hacia mi cada vez más y con mi mano derecha tomé la suya. Solo faltaban dos segundos, dos benditos segundos, para que nuestros labios se unieran, cuando mi hermana apareció gritando, nos estaba buscando. ¿Por qué Gemma? ¿Por qué tenías que arruinar este precioso momento?
Estaba furioso con ella, sin embargo, no podía lanzar toda mi rabia contra mi hermana por un par de razones. Primero, Gemma no sabía lo que estaba ocurriendo, segundo, es navidad, no puedo terminar de arruinar la velada.
Mamá salió a caminar, aprovechando que Bonnie anunció que se retiraba a su casa. Mi madre decidió que la acompañaría, realmente yo necesitaba un tiempo a solas con ella, pero acepté lo que ella había decidido y subí a mi habitación. Creo que me quedé dormido por un par de horas, cuando escuché que Gemma subía a su habitación.
—¡Tú! ¡Pequeña tonta! —le grité mientras abría la puerta de un solo golpe y ella saltaba del susto— ¡arruinaste todo Gemma!
—¿Pero qué te sucede Edward? —Abrió sus ojos como platos— ¿estás loco? ¿me vas a matar del susto? El tonto eres tú, ¿por qué me estas gritando?
—Tú fuiste la que subió gritando a llamarnos a mi y a Bonnie como loca —La señalaba con el dedo índice —¡Arruinaste todo!
—¿Puedes decirme qué fué lo que yo arruiné Edward? ¡No me grites! —chilló
—Era la primera vez que decidía arriesgarme con ella, estaba a un centímetro de su boca —Le enseñaba mi dedo índice— ¡Uno Gema, uno! un mísero centímetro de ella y tú llegaste con tus gritos como una sirena de ambulancia y arruinaste todo.
—¡Oh por Dios! —Llevó sus manos a su boca en señal de sorpresa— Hermanito, ¿ibas a besarla?
—Si, Gemma, moría por besarla —Bajé el rostro y sentí como mi hermana me apretujaba y amenazaba con sacar todo lo que comí en la cena.
—¡Suéltame! ¿por qué me abrazas? —Fruncí el ceño y me separé de ella, aún estaba molesto.
—Bebito, ¿acaso no lo entiendes? —Me tomó por los hombros— Bonnie está enamorada de tí, me atrevería a decir que desde que te conoció le gustaste
—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —Ahora era yo el que tenía los ojos como platos.
—Definitivamente aquí el tontito eres tú, Edward —Puso los ojos en blanco— Mira bebito, cuando ustedes se habían peleado, me la encontré en el mall, ella estaba realmente triste, me contó lo sucedido entre ustedes y Louis —Hizo una pausa y me miró fijamente— ese día, en la forma en que me contó todo y en la tristeza que se reflejaba en su mirada, me di cuenta que realmente te quería y que sabía que había cometido un error. Intentó arreglar todo para no perder nada, pero sabía que te había perdido a tí y eso la tenía devastada, y no era perder un amigo, era perder una historia de amor contigo, yo lo supe inmediatamente.
—¿Tú crees que ella me quiera de la misma forma, Gem?
—Harry, tú eres especial para ella, intenté que ella captara que tú la quieres, y no solo como amiga, a tí también se te nota que la quieres con cada fibra de tu ser, has cambiado desde que la conociste, ella es bebito, ella es la indicada —Acarició mi mejilla.
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Descubriendo el Amor
Teen FictionBonnie López, una chica que viaja a Inglaterra con su mejor amiga para cumplir sus sueños y formar una carrera profesional. Hará nuevas amistades, vivirá nuevas aventuras, demostrará todo el talento que lleva dentro y descubrirá nuevos sentimientos...