Cap 10

13 1 0
                                    

MARCUS

Subo a mi coche para ir a buscar a Camila para el entreno, hoy la he visto sentada en la barra de la cafetería con ese chico, verla tan tranquila a su lado me inquieta, yo quiero que ella sea así conmigo. Llego a su casa rápido y aparco mi coche en frente de su casa. Llamo al timbre, la puerta se abre y mis ojos se encuentran con los suyos.

-Hola- le saludo.

-Hola- dice ella tímida.

Nos quedamos unos segundos en silencio, puedo apreciar su vestimenta lleva unos tejanos de color negó y una sudadera blanca, lo que lleva es simple, pero a ella le queda perfecto.

-¿Nos vamos?- le pregunto.

-Em... si yo... un momento- dice tartamudeando.

Entra a la casa corriendo y en menos de un minuto sale preparada. Subimos al coche tranquilamente, una vez en el coche ella no dice nada, muevo mi mano y la paso por encima de su cabeza, ella me mira sin entender, cojo el cinturón y lo desplazo lentamente por su torso, mi mano hace un pequeño contacto con su pecho y se estremece.

-¿Qué haces?- dice con la voz entrecortada.

Acabo de abrochar su cinturón y me enderezo en mi asiento, oigo como ella suelta un suspiro pesado, la miro de reojo y veo que se mira las manos constantemente, nerviosa. Enciendo la radio para relajar el ambiente, una canción de 1D suena, veo como ella tararea la canción, repiqueteando sus dedos en su rodilla, llega el estribillo de la canción y yo también canto, ella me mira con una sonrisa tímida, sus ojos pasan a mis labios por unos segundos, giro mi cabeza fijando mi vista en la carretera, ella es una distracción para mí y no queremos un accidente.

Llegamos al entreno, bajamos del coche los dos en silencio, ella camina con la cabeza baja pensando en algo.

-Yo voy a entrar a los vestuarios, tú te puedes quedar en las gradas- le digo para romper el silencio.

Ella solo asiente, entro a los vestuarios suspirando, veo a Lucas poniéndose la camiseta del equipo, abro mi taquilla sacando mis cosas, me estoy poniendo las botas cuando Lucas habla.

-He visto que has venido con ella.

-Si, pero no sé que le pasa parece distante- digo recordando lo incomoda que estaba.

-A lo mejor Lana le ha dicho algo- dice y yo no entiendo por qué dice eso.

-¿Lana?- le pregunto.

-Sí, he visto como Lana se llevaba a Camila de la cafetería, pensaba que ya lo sabías.

-No tenía ni idea.

Entramos todos al campo, listos para centenar, busco a Camila entre las gradas, hay bastante gente. Justo cuando me voy a dar por vencido la veo, en una de las esquinas de las gradas, su mirada está en mí, tiene los codos en las rodillas y se sujeta la cara con las manos, me pregunto que le habrá dicho Lana para que ella este así.

CAMILA

Observo como Marcus se mueve de lado a lado, entrenando, mi mente viaja a lo que me dijo Lana, de verdad cree que me tengo que separar de él, ella es tan perfecta, con sus curvas y su pelo rubio perfecto, y se piensa que yo soy la amenaza, menuda idiota.

Una notificación salta en mi teléfono, lo cojo para ver de quien se trata, sonrió como una estúpida al ver de quien es el mensaje.

JACK

J: Holaaa, ¿qué haces?

C: pues estoy en el entreno de Marcus, él me ha invitado.

J: ¿has ido con él?

C: si en su coche.

J: al menos te habrás abrigado ¿no? Va a llover.

Miro el cielo por instinto, Jack tiene razón va a llover.

C: sí que voy abrigada Jack no te preocupes.

J: vale, bueno me tengo que ir, adiós.

C: adiós.

Levanto mi cabeza un poco, Marcus me está mirando fijamente frunciendo el ceño, me enderezo en mi asiento, su mirada es muy intensa. El entrenador da fin al entreno y todos se van a los vestuarios. Bajo las gradas para esperarlo en el aparcamiento. Un fuerte trueno suena, doy un pequeño salto del susto y justo en menos de diez segundos, gotas de agua fría empapan mi cálida piel, veo como Marcus sale corriendo de los vestuarios, me agarra de la mano y me arrastra hasta su coche, él sube a su asiento y yo me quedo petrificada en la puerta del copiloto.

-Entra al coche, te vas a resfriar- me dice Marcus.

-No voy a entrar así, estoy empapada- digo tiritando.

Marcus sale del coche, abre la puerta de mi asiento y me levanta con una facilidad increíble, me mete dentro del coche con cuidado y cierra la puerta de mi lado, sale corriendo para dar media vuelta al coche y entrar a su asiento.

-¿Estás loca?- me dice sorprendiéndome- te llegas a quedar un rato más allí fuera y te hubiera dado algo.

-Solo no quería manchar tu coche- digo encogiéndome de hombros.

-Vamos a mi casa que queda más cerca y te secas un poco- dice arrancando el coche.

-No hace falta- digo algo avergonzada.

-No era una pregunta- me dice apretando el volante.

¿Y a este que le pasa?

Llegamos a su casa lo más rápido posible, salimos del coche corriendo, las luces de su casa están apagadas eso quiere decir que no hay nadie, abre la puerta y rápidamente él cierra la puerta. Me guía hasta una habitación, entro con cuidado de no manchar nada, su habitación esta perfectamente ordenada, las paredes son blancas, totalmente limpias, veo como él saca ropa de un armario, se acerca a mí y me la entrega.

-En esa puerta de allí hay un baño- dice señalando la puerta.

Entro al cuarto de baño, es de un tamaño decente, me saco la ropa empapada y me meto en la bañera, el agua caliente me quema, pero aguanto, me pongo jabón en la mano y la restrego por mi pelo. Salgo de la bañera envolviendo mi cuerpo y mi pelo en una toalla, me seco rápidamente y me pongo la ropa que Marcus me ha dado, me queda algo grande, no llevo nada de ropa interior, ya que toda mi ropa está empapada. Salgo del cuarto de baño sin saber que hacer, la habitación esta toda obscura, salgo de la habitación con cuidado, no se ve nada, voy poco a poco por el pasillo para no tropezar con nada, avanzo un poco cuando mi rostro se estampa sobre algo.

-Auux- digo sobándome la nariz.

La luz del pasillo se abre y cuando abro mis ojos veo a Marcus mirándome divertido.

-¿Qué te hace tanta gracia?- le digo cruzándome de brazos.

Mi mirada pasa a su torso, no lleva camiseta, siento mi cara calentarse y al instante la aparto.

-¿Disfrutando las vistas?- dice en mi oído causándome un escalofrío en mi espina dorsal.

No encuentro mi voz, mi corazón late desesperado, él pasa por mi lado rozando su brazo con el mío, entra e su habitación dejándome sola en el pasillo, camino lentamente observando los cuadros que hay colgados en la pared, me quedo fija mirando una foto, es Marcus de pequeño con sus padres, un carraspeo suena detrás de mí, me giro al instante, Marcus mi mira cauteloso, se acerca con pasos lentos, pone una mano en mi cintura y otra en mi mejilla.

-¿Qué haces?- dice con voz ronca.

-Nada- digo en un susurro.

Él se separa un poco, manteniendo una distancia prudente entre nosotros.

-¿Te quedas esta noche aquí conmigo?- me pregunta

Su pregunta me sorprende, esta vez no está borracho, es consiente de lo que me está pidiendo.

-No sé yo...

-Por favor.

Siento que lo dice de verdad, no creo que pase nada si me quedo.

-Está bien.

Sonríe mostrando su tentadora perfecta- ¿Pedimos pizza?

Asiento sonriendo, coge su teléfono y marca a la tienda. Presiento que esta noche va a ser muy larga.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Entre el y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora