Cap 5

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CAMILA

Tengo que admitir que estoy celosa. Después de ese incómodo momento salí corriendo de la clase como si me fuera la vida en ello, cuando me pregunto que si me pasaba algo me dieron ganas de darle un bofetón, ¿quién se creía?

Cretino

Llego a la cafetería, busco con la mirada a mi mejor amigo, pero no lo veo, salgo del instituto para ir a las gradas a buscarlo, lo veo sentado y me acerco.

-Hola, Jack- le saludo.

-Hola, Cami- dice este con una sonrisa.

-¿Quieres quedar hoy?- le pregunto al chico.

-Vale- contesta sin más.

-Pues a las cinco en mi casa- digo y él asiente con la cabeza.

La hora del almuerzo pasa rápido, nos encontramos caminando a nuestras clases, cada uno se va para la suya

Salgo del instituto, me encamino al aparcamiento, Jack está apoyado en su coche, cuando me ve me sonríe, da media vuelta al coche y se mete en su asiento y yo hago lo mismo. A poco tiempo me deja en la puerta, me dice que a las 5 estará en mi casa y se va.

MARCUS

Verla con el chico ese en las gradas y en el aparcamiento sentí algo extraño en mi cuerpo, creo que eran celos, no me gusto nada esa sensación.

 Me meto en mi coche dando un portazo. Siento dos golpes en la ventanilla, giro mi cabeza y bajo la ventanilla.

-¿Qué quieres Lucas?- le digo frustrado.

-Que te pasa tío estás muy raro.

-Nada- contesto tajante.

-¿Te crees que no me he dado cuenta? Sé que es por esa chica- dice él y no me sorprende lo mucho que me conoce.

-No sé que me pasa joder, la veo y siento algo raro Lucas- digo bajando la mirada a mis manos sobre el volante.

-Estás jodido tío- dice.

-Ya- digo yo sin más.

Me despido de mi amigo y salgo del aparcamiento del instituto.

CAMILA

Entro a casa en busca de algo para comer, tengo hambre, tanto que me suenan las tripas, entro a la cocina y veo una nota en la mesa;

Me he tenido que ir cariño, te he dejado la comida en el microondas

Te quiero.

Doy un suspiro, echo de menos pasar tiempo con mi madre, pero ella trabaja y yo lo entiendo, pongo a calentar la comida y un sonido que proviene de mi teléfono me avisa de un nuevo mensaje;

JACK

Estate lista para cuando te pase a buscar ;)

Sonrió y le pongo un vale. Después de comer miro la hora y esta marca las 4:45 solo queda un cuarto de hora para que Jack venga, subo corriendo a mi habitación y cojo todo lo que me hace falta, el timbre de mi casa suena y yo bajo corriendo, supongo que es Jack pero llega pronto.

Abro la puerta y mis ojos se abren y estoy segura de que se me van a salir de las órbitas, Marcus está en la puerta de mi casa, EN MI CASA.

-Hola, que haces aquí- digo tratando de ocultar mi tono de sorpresa pero fallo.

-Pasaba por aquí- dice como si fuera lo más normal del mundo.

-¿Y como sabes que yo vivo aquí?- digo arqueando una ceja.

-Pura casualidad- dice y parece que se ríe de mi cara de sorpresa.

-Ah, ¿y quieres algo?- digo nerviosa, él tiene este afecto en mí.

-No, en realidad quería verte- me muerdo el labio para contener una risa, este baja su mirada a mis labios y suspira.

Me sorprende la facilidad que tiene para decir las cosas, las imágenes de la fiesta se me vienen a la cabeza, noto como mi cara se calienta e instintivamente bajo la mirada a mis pies.

Un sonido proveniente de la calle hace que mi cabeza se levante, el coche de Jack está aparcando justo en frente de mi casa, él baja del coche y cuando sus ojos se fijan en el chico que tengo delante su cara cambia a confusión pura.

-Hola, Jack- digo yo, Marcus gira su cabeza y su mandíbula se tensa.

-Hola, peque- dice Jack pasando por mi lado esquivando a Marcus.

-Bueno, yo ya me voy- dice Marcus fijando sus ojos en mí.

-Vale, adiós Marcus- digo con una sonrisa tensa.

-Adiós, Camila- dice y se da media vuelta para irse.

Entro a casa reproduciendo mentalmente todo lo que acaba de pasar, un carraspeo llama mi atención, Jack me está mirando fijamente con los brazos cruzados.

-¿Qué ha sido eso?- me pregunta este.

-No lo sé ni yo- digo sonriendo, nerviosa.

-Camila, sé que cuando haces eso con el dedo es porque estás nerviosa.

Miro mis manos y tiene razón, cuando estoy nerviosa muevo mi dedo pulgar encima del dedo indice.

-No pasa nada Jack- intento convencerlo, pero parece dudar de si creerme o no.

Cojo todo lo que necesito y salimos los dos de mi casa, entro al coche de Jack y su olor inunda mis fosas, cierro los ojos disfrutando de la tranquilidad que emana mi mejor amigo.

Entre el y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora