Recuerdos

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Junio 1981

El sol ya iluminaba la habitación.

Si bien, sabía que debía levantarse, su mente tenía otros planes.

Era como si hubiera sido ayer.

La puerta del pequeño armario se había abierto.

Gideon le dirigió una comprensiva sonrisa —Así que aquí estabas. Venga, vamos. Tenemos que comer, hemos tenido un día bastante largo.

—No tengo hambre.

—Hazme espacio —dijo acomodándose junto a ella —Tienes que buscar un lugar más grande donde esconderte.

—¿Mamá y papá ya no van a volver? —soltó sin más.

El joven hizo una larga pausa —No físicamente, pero eso no significa que nos hayan dejado solos, de alguna u otra manera las personas que amamos siempre se quedan con nosotros.

—Los quiero a ellos.

—Yo también, pero pasarán situaciones donde sabremos hasta lo que nos dirían.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque al encontrarte escuché la voz de papá diciendo que es hora de comprar un armario más grande.

—¡Gideon!

El pelirrojo la abrazó por los hombros—Bueno, lo escuché diciendo que sea bueno contigo.

—¿Y por qué van a mandarme con tía Muriel?

—Nadie va a mandarte con ella —soltó riendo— ¿Quién dijo eso?

—En el funeral ella dijo que era lo mejor.

—Nunca escuches a la tía Muriel. Nunca.

Tessie sonrió.

—Ya lo tenemos decidido con Fabian y Molly, pase lo que pase nos dividiremos la culpa sobre lo mal que salgas. Cuando regreses de Hogwarts podrás decidir si vienes con nosotros o si vas con Molly y Arthur, aunque personalmente no elegiría la casa con el bebé.

—No quiero ir a Hogwarts, falta poco para que llegue Bill.

—Créeme será lo mejor.

—¿Y qué pasa si no soy seleccionada para ninguna casa y me expulsan?

—No creo que pueda pasar.

—Puedo ser la primera.

—Pase lo que pase, estaremos contigo.

—¿Lo prometes?

—Pequeña Tessie, siempre seremos tus hermanos, siempre seremos una familia.

Cerró los ojos con fuerza.

¿Qué le diría Gideon sobre su propia muerte?

Estaba segura de que Fabian le diría que deje de llorar, que salga de la cama y que se tomara algo en su honor.

Recordaba claramente lo que le había dicho antes de ingresar a Hogwarts.

—No escuches a Gideon, Hogwarts es para divertirse; por eso cambié los papeles y me volví tu tutor, guárdame el secreto y que no te expulsen, es lo único que te pido.

Él siempre le había cuidado la espalda.

Eso nunca iba a olvidarlo.

Toda la habitación era blanca y al abrir los ojos se había topado con el pelirrojo sentado en una pequeña silla perdido en sus pensamientos.

La chica PrewettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora