Another's arms / ADRINETTE

Capítulo XXV: El principio del fin

- ¡¿Qué?! No, esto sí que debe ser una broma tuya-

Adrien caminaba nervioso de un lado hacia otro sin terminar de procesar lo que Marinette le acababa de decir, llevaba sus manos a su cabeza mientras repetía sin cesar un rotundo NO

-Por favor Adrien, no lo hagas más difícil- veía con frustración el nerviosismo del chico que no dejaba de caminar hacia todas direcciones, suspiraba pesado ya que tampoco era una decisión fácil para ella. 

- ¿Te das cuenta que si haces eso tú...? -

-Si... tengo más que claro que perderé mi memoria, mis recuerdos, todo, pero no tengo otra elección, sé que tú serás un buen guardián después de que me vaya- las lágrimas volvían a brotar de los ojos de Marinette a quien se le entrecortaba la voz mientras emitía cualquier frase -No puedo pensar en nadie más capacitado que tú para que cuides la caja y a los Kwamis, sobre todo a París, mis padres fueron tajantes en su decisión, mi tío me estará esperando para poder ingresarme al internado, ya no hay nada que pueda hacer al respecto-

Adrien se acercó lo más rápido que pudo hacia la chica y la abrazó hundiendo su rostro en la melena que en esos momentos traía liberada, no quería que el amor de su vida se fuera ni menos que le cediera la caja de los miraculous ya que eso significaba que ella perdería todos sus recuerdos, de su vida como heroína y recuerdos que haya tenido con él, todo eso se esfumaría por completo, se rehusaba a aceptar lo que estaba pasando.

-Tenemos que hacer algo para que no te vayas, si quieres hablo con mi padre, le pediré que hable con el director o algo y se solu...-

Marinette tomó el rostro de Adrien y acercó sus labios a los de él, lo silencio de la forma más dulce y melancólica que encontró en aquel momento. Ambos compartían un beso cargado de diversos sentimientos.

-Sólo me queda un día aquí, por favor... no me lo hagas más difícil, mi destino ya está marcado, creo que jamás podremos ser felices juntos, pero estoy feliz con el hecho de que te pude amar con todas tus caras- acercó su rostro al de el juntando sus frentes mientras ambos permanecían con los ojos cerrados. -esperaba que pudiéramos derrotar a Hawk Moth juntos tal y como siempre lo soñamos y así vivir tranquilos, pero... ese sueño tendrás que realizarlo solo tú, por favor no desistas, yo creo que eres capaz de todo-

-...Te amo Marinette- la abrazó fuertemente.

-Y yo te amo a ti Adrien Agreste-

Sus labios nuevamente se juntaron en un ahora mas triste beso que se sentía como una despedida, la más dolorosa que jamás hayan experimentado.

-Tengo que hacer el traspaso...-

- ¡No Marinette! Por favor aún no, te lo pido, déjame disfrutar este último día contigo, si quieres mañana por la noche puedes hacer lo que tú quieras, pero no lo hagas, no estoy listo-

La chica no sabia que hacer, pero decidió que aún no haría nada, no quería haber llegado a esa decisión, sabia que ese traspaso implicaba que su memoria se borrase, pero no tenia otra opción, se sentía triste por el hecho de que chat noir y Adrien saldrían de sus recuerdos, todo lo que vivió con él se esfumaría, todos sus recuerdos con Tikki, con los Kwamis, con sus amigos etc.

Pero por otro lado sentía que estaría un poco mejor, quizás era apresurado pensarlo, pero su vida se había vuelto caótica últimamente, estaba muy deprimida y cansada y quizás eso le haría descansar un poco, aunque el precio de ello fuera alto.

Su mejor amiga no le había hablado desde que ocurrió el incidente con el libro, no tenia como demostrarle que ella no fue la que le robo su obra todo apuntaba a ella, Adrien la había ayudado a buscar pruebas en el instituto, videos que tenia en su poder para poder ser revisados, aunque no tenía ánimos siquiera de comprobar nada a estas alturas de la vida.