Transcurrieron apenas siete días desde aquel viernes donde tuvo aquella áspera conversación con Ignacio y el ambiente se tornaba caótico y convulsionado en la ciudad.
Durante la estadía en el laboratorio, mientras seguía a Ignacio, Matías nota que este se moviliza constantemente junto a sus cuatro colegas íntimos, como planeando una movida estratégica, pero no podía descifrar para qué, por lo que decide detener a Ignacio en el pasillo para preguntarle personalmente.
—Ignacio, ¿qué es lo que está pasando allá afuera y aquí a dentro?
—Matías, estamos viviendo la revolución en contra de los «D» —sentencia Ignacio con tono de frustración.
—¿Eso qué significa?
—Significa que estamos en el punto en que comenzarán a ejecutar a «D» y lo harán por los laboratorios, ya que la mayoría de los funcionarios de laboratorios privados en la ciudad son «D».
Matías está angustiado porque no ha tomado en serio las palabras de la semana pasada que Ignacio le había brindado y no se lo ha comunicado a Francesca, quien podía estar en cualquier lugar en esos momentos, ya que era viernes por la tarde.
—Eso es terrible. Tengo que hablar inmediatamente con Fran y con Martín.
—Sé a quiénes te refieres. Te daré las coordenadas de un refugio a donde nos dirigiremos dentro de una hora, con todos los aquí presentes, y, desde luego, estás en la lista, pero tan solo te adelantaste. Basta, no perdamos más tiempo.
Matías busca su dispositivo móvil y comienza a llamar a Martín, pero este no contesta. Continúa con Fran.
—Fran, ¿dónde estás?
—Hola, Matías. Hace días que no sé nada de ti, No sabes cuánto te he extrañado y no había querido molestarte. Conozco tu situación.
—Fran, necesito que vengas al primer piso ¡ahora!
—No estoy en el laboratorio, amor —responde Fran algo confundida.
—¿Dónde estás? —pregunta Matías con frenesí.
—En mi departamento. El ambiente está peligroso para nosotros y de verdad no sé qué hacer.
—Es necesario que vengas lo antes posible. Ignacio sabe todo lo que debemos hacer.
—Bueno, niño de mis sueños, me alistaré. Nos vemos allá en unos veinte minutos. Te mando un beso, amor mío.
—¡Aguarda! ¡No! Yo iré a buscarte —dice Matías decidido a salir del laboratorio.
—No vengas, amor. Eso sería peligroso, ya que te verían salir del laboratorio y alguien pudiese seguirte —expone Fran de manera coherente con la situación que se vive en las calles de la ciudad.
—Me encantas, Fran. Te mando un beso también. Date prisa, por favor.
Durante ese momento, Fran comienza a vestirse con ropa de supervivencia, coge algunos víveres en su mochila y se dirige al tren levitante.
Una vez dentro, nota que hay numerosos focos de humo en la ciudad. La revolución ha comenzado.
Matías no lo sabe con certeza, pero Fran está al tanto de que esta situación estaba por venirse encima de ellos, solo que no sabía en qué momento llegaría y, al igual que Matías, ella no había tomado en cuenta las palabras que Ignacio les había dado hacía más de una semana a todos los científicos más cercanos, estando ella en el mismo grupo que acudía regularmente a sus jornadas de invierno.
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Biodistopía X Distorsiones de una realidad sin sueños
Fiksi IlmiahEn esta entrega denominada Distorsiones de una realidad sin sueños, el autor(a) nos sitúa en la tierra en el año 2218 antes de la última gran extinción. Siendo una novela complementaria a Destino prohibido. Se trata de la participación de un persona...