Capítulo III: The Rock

132 33 95
                                    

En la actualidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la actualidad.

Brunswick. Maryland (EE.UU)

—The Rock, ¿¡qué has hecho!? ¡Joder, joder, joder! ¡Esta puta mierda no entraba en el plan! —Ice se coloca frente al hombre que grita fuera de sí.

—¡Doce, ya está hecho! ¿Hay otra opción? ¡Pues cierra el pico! ¡JODER!

The Rock, ajeno a la pelea que acontece a su lado, mantiene los ojos cerrados y la respiración calmada, tan sólo Ice sabe que lo necesita para continuar.


—Defiendes a tu puto hermano, que solo ha sabido cagarla desde que decidiste, sin consultarlo, que estuviese dentro del equipo. ¡Míralo! Tan tranquilo a punto de que la pasma nos pille.

The Rock, muestra su cara más relajada, aunque por dentro, siente el torbellino de emociones por lo que acaba de hacer. Como una película, los acontecimientos del día pasan por su cabeza en forma de miles de millones de diapositivas en las que analiza de forma meticulosa dónde ha fallado y que puede mejorar la próxima vez.


Dibuja una sonrisa cínica en los labios, mientras estira las piernas en la destartalada y sucia cama del motel, donde han decidido reunirse. Saca el mechero del bolsillo del vaquero, disfrutando del olor a gasolina que desprende y se enciende el cigarrillo, dándole una larga y profunda calada, cerrando de nuevo los ojos y dejándose llevar por el sentimiento de estar en paz consigo mismo y el universo.

-—¿¡No vas a decir nada, maldito desgraciado!?

Vuelve a dar otra calada, al mismo tiempo que deja escapar el humo de la primera y abre los ojos, clavándolos en ese hijo de puta, al que desea perder de vista, -en cuanto dividan el botín-, si no acaba con él antes, mientras juega con la llama del Zippo.*

—¿Que te jodan? —Ni siquiera un tipo al borde de la histeria va a estropear su momento.

Doce saca el arma de la cintura del vaquero y le apunta a la cabeza, quitando el seguro. Nadie, jamás, le dijo "que te jodan" y lo dejó estar. Con diez cargos por robo con violencia y tres por violación y asesinato, que se conozcan hasta el momento, es uno de los prófugos más buscados y temidos en cinco Estados. Todo el mundo conoce su apodo, todo el mundo sabe que debe mantenerse alejado de él y mucho menos, insultarlo. Si aún no han conseguido meterle entre rejas, es por los cambios que produce en su modus operandi. Lo que trae al cuerpo de policía dos pasos por detrás de él.

The Rock, no le teme. Su vida está llena de monstruos y violencia de la que muy pocos pueden asegurar haber vivido, es incluso peor que ese maldito bastardo en sus días buenos, que son pocos.

Loba RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora