Capítulo X: Terror inmarcesible.

63 16 32
                                    

Atención: En éste capítulo, encontraréis violencia explícita, gore, canibalismo, relaciones sexuales no consentidas y lenguaje adulto. Por favor si eres menor o sensible a estos temas, no leas, sé que harás lo que te salga de las narices, pero mi obligación es avisarte. También quiero que sepas que estoy en contra de la violencia en cualquiera de sus formas y no trató de justificar o alentar los hechos que ocurren aquí. Sin más, sólo me queda agradecer que me leas. También tengo otras historias totalmente diferentes a ésta que puede, sean más de tu agrado.
Un abrazo fuerte ❤️

ShammyRock.

***

La oscuridad lo traga todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La oscuridad lo traga todo. Dicen que cuando caes en sus garras, todo está perdido.

Luan despertó con el gusto metálico, característico de la sangre en la boca y un dolor insoportable en la cabeza. Trató de averiguar que estaba pasando, cómo había acabado de esa manera, cuánto tiempo llevaba inconsciente y lo más importante, dónde estaba y dónde estaban sus amigos y su novio.

Clavó los ojos bien abiertos en la espesa oscuridad, en un intento fallido de ver más allá de la negrura, pero era totalmente imposible vislumbrar cualquier cosa que fuese lo que estuviera a su alrededor. Por un momento pensó que estaba encerrada en un ataúd bajo tierra. Ese era uno de sus mayores miedos, desde que asistió al entierro de su madre. Las pesadillas a partir de ese día, fueron en aumento, hasta obligarla a tomar medicación contra el insomnio, a pesar que, esa sensación de intranquilidad y reminiscencia seguían ahí, acechándola entre las sombras de su asustada mente.

Imaginar cómo la opacidad se cernía sobre ella, engulléndola, le resultaba aterrador. Enseguida, supo que no estaba precisamente metida en una caja, sino sentada en una silla, atada de pies y manos.

- ¡Hola! ¿Hola? ¿Dónde estoy? ¿Roy? ¿Roy, eres tú? ¿Qué está pasando? ¿Lizzy? ¿Sam? ¿Terry? ¡Chicos! Dios mío, ¿qué está pasando? -Luan lloraba aterrada por la situación. Recordaba al tipo enorme con cara de payaso, quieto, frente a Sam, luego sintió la presencia de alguien más a su espalda y, sin tiempo para girarse, un golpe brutal en la cabeza, la hizo perder el conocimiento, justo donde le dolía. Si había despertado en algún momento anterior a éste, no podría asegurarlo. Sus últimos recuerdos llegaban hasta ahí. Como tampoco sabía que había pasado una semana encerrada en un sótano, drogada. -No tiene gracia... No... no la tiene. ¡Soltadme!

Sus sentidos se agudizaron a pesar de sentirse todavía mareada. Presentía que no estaba sola y sin embargo, el silencio y la calma, se volvieron asfixiantes.

-No quiero morir. No quiero estar aquí. Por favor... ¡Por favor...! por favor...

Un sonido, el de una madera soportando más peso del que acostumbraba, crujió, retumbando en sus oídos, justo frente a ella. Todas las alarmas saltaron en su interior, le sudaban las manos, sentía náuseas y rezaba por salir de ahí cuanto antes.

Loba RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora