XII

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Baekhyun despertó un poco desorientado por un dolor agudo en su pecho por lo que su mirada fue hacia el lugar, encontrandose a un pequeño bebé succionando su pezón.

—Oh…

Los recuerdos del día anterior atacaron la mente de Baekhyun dejándole un pequeño dolor de cabeza junto a una tristeza profunda en su corazón; ahora veía a su pequeño alimentándose y una leve sonrisa se dibujo en su rostro. Volvió a relajarse en la cama y giro un poco el cuello dándose cuenta que Chanyeol estaba muy pegado a su espalda mientras lo abrazaba.

Baekhyun delineó el rostro de su hijo mientras lo miraba lactar, en realidad no tenía forma definida, solo era una masita aplastada, pequeña y rojiza. Sonríe cayendo en cuenta del hecho que ahora era madre, tenía un pequeño que dependía de él y claro de Chanyeol.

Sin darse cuenta, ya había amanecido y él sólo se mantuvo observando al bebé que se había quedado dormido hace un buen rato. Sintió como el brazo sobre su cintura se removía por lo que se giró un poco quedando con la espalda completamente sobre el colchón y su mirada se dirigió al techo.

Siempre había sabido que tendría hijos, desde que era adolescente le gustaban los niños, quería tener muchos con el alfa que lo marqué; no le atraía mucho la idea de ser madre soltero, no estaba en contra de ello, solo que él siempre había soñado con la familia perfecta en una linda casa en alguna urbanización. No tenía exactamente lo que había querido, pero pensaba que quizá podía ser feliz como estaba.

—¿Estás despierto? —pregunta Chanyeol en tono adormilado mientras se apoya en su codo para poner su cabeza sobre su codo y tener una mejor vista de su esposo y su bebé. —¿Qué tal estás? 

—Bien, —dice casi sin ganas mientras baja la mirada.

—No pienses demasiado en lo que pasó ayer, —Sus dedos se dirigieron a la cara de Baekhyun para acariciarla. —No se puede hacer nada para cambiarlo, ahora debemos enfocarnos en lo que pasará.

—¿No te duele? —lo mira con dolor en los ojos.

—Por supuesto que me duele, eran mis cachorros, —su voz era débil y Baekhyun pudo notar como el brillo de los ojos de Chanyeol desapareció. —Siento ganas de correr hasta que mis pies duelan, pero no puedo quedarme llorando ya que tenemos un bebé al que cuidar. —Explica mientras baja la cabeza para dejar un beso en los labios de Baekhyun, no era algo profundo, solo era una presión.

—¿Está mal si lloro? —pregunta en un susurro cuando el alfa se aleja unos centímetros.

—No, estaría mal si por llorar descuidas a nuestro bebé, pero no está mal que llores, es normal. —Deja descansar su mejilla sobre el pecho de Baekhyun y su mirada va hacia su pequeño dormido al otro lado. 

—No lo descuidaré, lo prometo, —susurra mientras lleva una mano hacia la cabeza de Chanyeol, se sintió nervioso cuando sintió el cabello debajo de su tacto. —¿Cómo lo llamaremos? 

—No lo sé, no había pensado en ello, —dice mientras se siente relajado. —¿Tienes algo en mente? 

Chanyeol se levanta para quedar arrodillado junto a Baekhyun quien lo miraba mientras intentaba pensar en algo.

—Bueno, desde que tuve mi primer celo quise tener cachorros, así que el primero quise que se llamará Jongdae, así se llamaba un cantante que me gustaba mucho, —dice alegre recordando un poco su antigua vida.

—Me gusta, Park Jongdae, suena bien, —sonríe y mira al pequeño quien dormía profundamente.

—¿No debes ir a trabajar? —pregunta Baekhyun mientras se sienta quedando con su espalda contra la cabecera. 

Maldición Deseada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora