XXIII

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Chanyeol abre sus ojos poco a poco y cuando ve al omega empieza a llorar, su corazón latía tan rápido como si hubiera corrido para cazar un guepardo. Pensó que la noche anterior había sido un sueño, pero no, su pequeño y dulce esposo estaba entre sus brazos, descansando en su pecho. 

—Baek, —susurra y luego aprieta al omega quien comienza a despertar poco a poco, —sabía que algún día te volvería a ver.

—M-Mi Chan~ —susurra adormilado y se frota una ojo. —Ya estás despierto, —sonríe ganándose un beso hambriento y lleno de añoranza por parte del alfa. 

—Te extrañe tanto, mi pequeño berrinchudo, —lo aprieta con fuerza entre sus brazos ganándose un quejido. —Oh lo siento, mi vida. —Lo suelta un poco.

—Lastimaras a nuestro cachorro, alfa, —dice quejoso. —¿Te sientes bien? —pregunta ahora sonriendo mientras acaricia el rostro de Chanyeol.

—¿Cachorro? —frunce el ceño, —bueno sí, estoy bien. Solo me duele un poco el cuerpo. —Empieza a tronar sus huesos.

—Sí ¿No recuerdas nada? Me embarazaste cuando estaba… —desvía la mirada sonrojado al recordar lo vivido con su alfa convertido en bestia, —estaba ayudándote a cambiar. 

—Uhm… —frunce el ceño levemente intentando recordar, pero luego sacude su cabeza. —Lo último que recuerdo es que fui al bosque de sangre dónde suelen estar las bestias y caí desmayado luego de un dolor de cabeza. —Frota su sien.

—Yo logré escapar y me encontré con nuestro cachorro, él me guió a dónde Sehun, —decidió que no le contaría a Chanyeol el resto, no quería una pelea entre los alfas, porque probablemente Chanyeol quiera matar a Luhan y Sehun obviamente lo defendería. —Entonces supe lo que te sucedió y decidí venir aquí… a ayudarte.

—Fue muy peligroso ¿Y si te mataba? Tenías que haberte quedado con Sehun, —le regaña. —Además estás profundamente herido, —dice al ver detenidamente la piel de su omega que estaba cubierta de marcas, mordidas, rasguños y podía oler sangre en sus partes bajas. —No tenías que haber venido…

—Sehun no es mi alfa, tú lo eres y no te iba a dejar, —se cruza de brazos y mira enojado a Chanyeol. —No sé en este lugar, pero al menos a mí me han enseñado que el matrimonio es para siempre, en las buenas y en las malas. —Su entrecejo se arruga, —así que si quieres enojarte conmigo hazlo, no me importa, —con cada segundo se irritaba más.

—Amor, no te enfades, —abraza el pequeño cuerpo herido, —simplemente pienso que pude haberte lastimado. ¿Qué te hice? ¿Cómo me reconociste en primer lugar?

—Por esto, —sus facciones se relajan y con sus dedos toca el collar en el cuello del alfa, —te lo regale en nuestro aniversario… Además no abundan muchos lobos grises de ojos plateados, —sonríe y abraza al alfa. —Sé que muy en tu interior sabías que era yo y por eso no me mataste apenas me viste, en realidad me defendiste de otra bestia y me trajiste aquí, me alimentaste y construiste un nido para mí. —Levanta su cabeza para besar la quijada del alto.

—¿Yo hice eso? —Baekhyun asiente con su cabeza, —quizás aún no estaba completamente convertido, —duda ya que él sabía que las bestias no razonaban en lo más mínimo. 

—O quizás es el amor que me tienes; porque han pasado muchos años y ya te habías convertido por completo, —con la punta de sus dedos quitó algunos mechones del rostro del alfa. 

—Eres alguien que no se puede quitar de la mente, —pone su palma grande sobre la mejilla del omega para levantar su rostro y dejar un beso en sus labios. —Te amo, pequeña luna.

—Yo también te amo, mi alfa. —Susurra mientras siente como sus latidos se aceleran y su cuerpo tiembla un poco. —Te he extrañado tanto, creí que jamás te vería de nuevo. —Un par de lágrimas resbalan por sus mejillas.

Maldición Deseada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora