XVI

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Baekhyun estaba arrodillado en la sala mientras su bebé gateaba, habían pasados algunos meses desde que su enlace se volvió estable y feliz. Ahora su pequeño ya estaba empezando a quererse mover, así que a veces le daba dolores de cabeza a Baekhyun ya que el cachorro había aprendido a treparse en la cuna para salir.

—Oww mi amor, ¿No te cansas? —Baekhyun veía como su hijo seguía muy activo. —Mami tiene que hacer cosas, —estira sus brazos y luego mira a su alrededor dándose cuenta que todo estaba desordenado y sucio.

Baekhyun no entendía como un bebé que ni siquiera sabía caminar o hablar podía hacer tanto desastre; sabía que Chanyeol iba a ayudarle a limpiar cuando llegara, pero aún así se sentía cansado.

En la tarde, se fue con Jongdae en su carriola a dónde Chanyeol. Nuevamente era el ritual de apareamiento y tenían que estar cuidando el pueblo y el bosque de su territorio. Baekhyun le llevaba el almuerzo ya que ahora les habían dicho que tenían que estar desde temprano.

—Mira mi amor, ahí está tu papi, —dice con dulzura al pequeño que empieza a sonreír y mover sus manitos en cuanto ve al alfa.

Chanyeol estaba con el ceño fruncido mientras intentaba matar a unos mosquitos que habían estado molestandole; odiaba cuando lo ponían de guardia, él era cazador, no guardia; empezaba a tener un pequeño odio por su líder. Aunque inmediatamente sonrío al ver a su familia acercándose a él.

—Mi amor, ¿Qué tal? No te ves muy feliz, —Baekhyun suelta la carriola una vez está cerca de Chanyeol para darle un beso en los labios.

—Estoy fastidiado, —susurra luego de terminar el beso. —Ya quiero irme, —rueda los ojos y luego se agacha para mirar al pequeño cachorro.

—En la noche será el cambio de turno ¿No? —pregunta mientras acaricia el cabello de Chanyeol quien jugaba con su pequeño.

—Sí, cuando el sol se oculte podré irme, —suspira y se levanta para mirar a Baekhyun.

—Te traje el almuerzo, —se agacha para sacar una lonchera de la canasta en la parte de abajo de la carriola. —Espero que te guste y te cambie esa cara de mal humor.

Chanyeol pone una mano en la cintura del omega y sonríe de lado mientras se acerca bastante, —todo lo que tú haces me parece delicioso, aunque en la noche quiero que me prepares un rico postre, —su voz era más gruesa.

—¿Pastel? Podría preparar un pastel de moras, me salen muy bien, —sonríe orgulloso de sus habilidades culinarias.

—No es a comida a lo que me refiero, —susurra en un tono bastante sugerente que sonrojo el rostro de Baekhyun.

—Alfa, estamos en público, —susurra un poco avergonzado. —Y bueno… —desvía la mirada, —me pondré algo lindo para tí, —dice casi inaudible.

—Oigan, que hay gente por aquí. Sé que somos mitad animales, pero tampoco así, —se escucha la voz burlona de Sehun.

Chanyeol rueda los ojos y se aleja un poco de un Baekhyun más rojo que un tomate, su alfa era muy inoportuno en ocasiones. Jalo el brazo de Chanyeol para sentarlo en un banca detrás de ellos.

—¿No tienes a alguien más a quien molestar? —pregunta mirando mal a Sehun quien solo sonreía burlón.

—Deberías agradecerme por evitar que montes a tu esposo en frente de todo el mundo, —dice fingiendo un poco de indignación.

—Callate, no iba a hacerlo. —Blanquea los ojos y empieza a comer mientras que Baekhyun jugaba con los pequeños pies de su hijo. —¿Y tu esposo?

—No sé, creo que me dejara morir de hambre esta tarde, —suspira con tristeza mientras se apoya contra un árbol.

Maldición Deseada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora