Auribus Teneo Lupum

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"No me importa lo que digas", gruñó Harry sombríamente. "Soy débil, no inválido. Lo haré, maldita sea ". La enfermera a la que estaba mirando se quedó en silencio, frunciendo los labios mientras sostenía a Kirian con cuidado en un brazo y se sostenía en la cabecera con el otro. Draco se veía alegremente divertido mientras Snape parecía mucho más interesado en su periódico que ver a Harry luchar contra la enfermera que había aparecido, insistiendo en que no había ningún registro del hospital sobre el nacimiento, el peso o la salud de Kirian.

"Es un cachorro de hombre lobo que nació en una cueva, literalmente," Snape simplemente había dicho antes, sin siquiera levantar la vista de su copia de El Profeta .

Cuando estuvo de pie, Harry caminó con determinación a través de la habitación hacia la balanza que estaba encima del equipo móvil que la enfermera desaprobadora había traído. "Esto es muy poco ortodoxo", dijo mientras Harry caminaba lento pero firme hacia el carrito de madera. unidad y rechazó sus manos cuando alcanzaron a Kirian. Sin embargo, se las arregló para reprimir un gruñido de advertencia, a pesar de la forma en que sus instintos picaban ante su proximidad.

Harry le quitó la ropa y la manta a Kirian, pero se detuvo a la mitad de bajarlo sobre el suave metal de las escamas, cuando sus nudillos rozaron la fría superficie. Sin pensarlo, jaló a Kirian de regreso a su hombro y pasó la mano por la superficie hasta que estuvo caliente al tacto. La magia instintiva sin varita envió una pequeña oleada de mareo a través de él, pero permaneció de pie. Estaba mejorando, pensó mientras bajaba a Kirian a la balanza.

"Hmmm, muy ligero", comentó, escribiendo la medida en un rollo de pergamino de aspecto oficial. Al parecer, la magia sin varita había pasado desapercibida. Dio unos golpecitos con su varita en la balanza una vez, con Harry observándola con atención. Mostraba la altura de Kirian en el pequeño tablero de madera de arriba; fueron cincelados hasta convertirse en seres como por un escriba imaginario, antes de desaparecer de nuevo con otro toque de su varita.

Harry apretó los dientes. "Los cachorros de hombre lobo siempre nacen pequeños", dijo a través del escalofrío de la irritación.

"¿Cuándo dijiste que nació de nuevo?" preguntó mientras se mostraban algunas estadísticas médicas más y luego se limpiaban en el tablero de madera.

"Hace como una semana", dijo, mirándola fijamente cuando ella miró hacia arriba, claramente curiosa por sus frases. Ella simplemente lo escribió, luego garabateó apresuradamente durante unos segundos más. Harry vio su propio nombre y fecha de nacimiento entre la letra pulcra y apretada. "Necesito el nombre completo y la fecha de nacimiento del otro padre".

Harry arqueó una ceja mientras se vestía y envolvía a Kirian, tirando de él hacia la seguridad de sus brazos. Sabía que Fenrir diría que lo haría necesitado y dependiente, pero ahora mismo, después de todo lo que habían pasado, no le importaba. Quería abrazarlo a él y a Fenrir, bueno, no estaba maldito aquí, ¿verdad? Se va a hacer Merlín sabe qué . La amargura tiñó los pensamientos y luchó por mantener la compostura. Probablemente era todo lo que había sucedido, todo lo que había soportado, pero necesitaba a Fenrir en este momento y podría ser irracional, pero no le importaba qué razón mantenía alejado al hombre. Solo lo necesitaba. Lo deseaba.

"Su otro padre es Fenrir Greyback, no finjas que no lo has escuchado", dijo bruscamente, el dolor de cabeza que quedó de su terrible experiencia, la ausencia de Fenrir y las cuatro paredes sofocantes de la habitación del hospital hicieron que su voz fuera áspera por la irritación. "No sé cuándo es su cumpleaños, ¿eso lo hace aún más escandaloso? El nombre de mi hijo es Kirian Potter Greyback, ¿eso es todo?

La enfermera lo olió con desdén, antes de escribir algo más en el pergamino, empujar un duplicado en su palma y luego salir de la habitación. La unidad rodó tras ella como si tuviera una cuerda invisible y Harry se quedó solo con la risa seca de Kirian, Snape y Draco.