Capítulo 4

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Lo estaban manejando genial, empezando con buen pie el segundo trimestre y llegando a finales del cuarto mes de embarazo sin ningún tipo de problema o inconveniente.

Seguían la planificación a rajatabla y no se saltaron ninguna cita médica donde su doctor mostraba que todo estaba yendo fenomenal. Lena no paraba de repetir que se sentía afortunada con tener a Kara en su día a día. Gracias a su amabilidad y bondad, la CEO estaba al cien por cien metida en su trabajo sin mucho estrés ni agobios.

Algún día que otro se dio el lujo de desocuparse un par de horas de su compañía ya que Jess demostró su capacidad resolutiva. Por ejemplo, fueron con Alex y Kelly a comprar vestimentas anchas porque las curvitas se estaban asomando cada vez más. Quedaron con Brainy y Nia o Andrea y William para ir a tiendas para bebés donde ambas parejas se peleaban entre sí para ver quién hacía el mejor regalo para el futuro miembro de la familia mientras Kara y Lena miraban otros artículos para tener alguna que otra idea como los tipos cunas o cochecitos. Incluso hizo alguna videollamada que otra para charlar con su vieja amiga Sam. Casi siempre, después de esas pequeñas quedadas, iban con J'onn y M'gann para relajarse un poco y disfrutar de un buen café y batido antes de volver al trabajo.

Siempre junto a Kara, por supuesto.

Cada vez más le encantaba que le trajese la comida para poner en pausa el trabajo; verla después rondando en círculos por su oficina cuando redactaba en voz alta un artículo que tenía que escribir o simplemente no haciendo absolutamente nada. Que siguiese acompañándola en todo sin rechistar a pesar de sus cambios de humor y que se encargara de recordarle las cosas aun sabiendo que ella también tenía dos trabajos que hacer: el de reportera y el de Supergirl.

Pensó por un momento en que Kara podría cansarse de esto cuando le contestaba un poco borde y tajante o que no la aguantase cuando no paraba de llorar por el simple hecho de que se le había caído un yogur al suelo o se le había olvidado el bolso en la sala de reuniones, pero Kara siempre le demostraba todo lo contrario cuando ponía otra solución para animarla. Al final del día, cuando se despedían, la kryptoniana la abrazaba con fuerza mientras le deseaba las buenas noches dando a entender que no pasaba nada y, aunque no lo dijera directamente, expresaba las ganas que tenía de estar con ella al día siguiente a pesar de que ya se veían todos los días.

En definitiva: cada vez había más afecto y apego que antes que incluso se apodaban cariñosamente.

Y hubo un cambio en la bonita planificación porque ahora la CEO también pasaba las noches en su apartamento en "su día de descanso" después de aquella ocasión. La segunda y tercera vez que se quedó a dormir, Kara se lo ofreció de broma como la primera vez y Lena no protestó mucho porque estaba cansada (aunque era una excusa como lo hacía con la ropa, pero no iba a decirlo). Pero la cuarta y quinta vez Kara ni siquiera se molestó en preguntar; directamente le daba un pijama que la pelinegra cogía sin sorprenderse ni quejarse.

Al principio le daba cosa invadir su espacio personal. No era lo mismo un lugar de trabajo donde ambas empeñaban sus funciones que su apartamento; un lugar donde era un poco más privado e íntimo. Pero Kara le repetía que no le importaba en absoluto y que le encantaba verla entre sus habitaciones. Y a Lena le gustaba que fuese así; rodearse y sentir que todo fuese tan doméstico.

La rubia entonces, después de que la pelinegra se quedara las últimas veces, le propuso pasar la noche cuando ella quisiera ya que su apartamento estaba más cerca de su empresa y Lena lo pensó seriamente porque dormir con Kara era demasiado cómodo, relajado y las pesadillas desaparecían.

Pero cambió de opinión conforme pasaron unos pocos días.

La pelinegra andaba algo... revuelta. Tenía las hormonas revolucionadas y sentía que cada día iba a más. Ni ella misma podía controlarlo. Sinceramente estaba así desde el masaje, pero siempre esquivaba todo tipo de pensamiento para no recordarlo y pensó que solo eran momentos fugaces.

Always  | Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora