Hatodik rész

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-Pero, majestad-las cejas del adivino se fruncieron-usted no puede estar hablando en serio-el hombre se había puesto de pie-no cuando me he esforzado tanto-

-¿Dar lo mejor es mentirme?-apuntó tranquilo el conde mientras bebía de su vino-me ocultaste el hecho de que usabas sangre para preparar el brebaje, caíste bajo-lo señaló acusatoriamente-ahora comprendo porque la disminución del ganado del pueblo-

-Si insinúa que robe esos animales, se equivoca-respondió ofendido-los compre-

-A mí nombre, usando a mis sirvientes-su voz estaba increíblemente moderada, como si no estuviera molesto, pero, en ese periodo de tiempo en el castillo, Sehun ya había aprendido a conocer al conde-¿Sabes? Yo no permito insolencias como esas, y menos, viniendo de gente a la que le otorgue mi confianza-sus labios se curvaron en una sonrisa-supongo que Jongin debe habértelo dicho-aquella mueca se borró de inmediato de sus labios-se han vuelto cercanos, ¿Verdad?-ahí, justo ahí, ese era su tono de advertencia-¿Qué? ¿Creyeron que no me daría cuenta?-el pelirrojo se puso de pie-tengo informantes en todo el castillo, espías para mis propios sirvientes, ¿Qué te hizo creer que no te espiaría a ti?-

-M-Majestad...-la voz del brujo tembló-mis lazos con su sirviente, no tienen porqué afectar nuestro trato-

-Te equivocas, Sehun-sus pasos poco a poco se acercaban a él-todos aquí son de mi propiedad, así, que si te metes o tocas lo que es mío, indirectamente me estas afectando a mí-Baekhyun tocó su pecho-los aldeanos han venido hasta a mí para quejarse, me reclaman sus vacas y gallinas como si fuera un ladrón, un muerto de hambre que necesita huevos cuando nado en monedas de oro-

-Pero...-la bofetada que el conde le propinó acallo todos sus posibles reclamos

-Lo que pido no es tan difícil-el pelirrojo ni siquiera se inmuto-¿Tan exigente soy?-

-Me está pidiendo que suspendamos el tratamiento-lagrimas se acumularon en sus ojos, pero no las dejó caer-¿Sabe el peligro en que se pondría?-

-Me das sangre camuflajeada con hierbas y agua, ¿Qué daño podría hacer si la bebo directo del portador?-la insinuación aterro a Sehun

-Seguimos hablando de animales, ¿Verdad, eminencia?-el conde soltó una carcajada

-La gente del pueblo es ignorante, su población está conformada por viudas y muchachas ingenuas, hombres enfermos y jóvenes inservibles-el conde tomó nuevamente la copa que dejó olvidada en la mesa-¿Qué es lo que puede desear la gente desamparada? ¿Qué busca el vagabundo y anhela el aldeano?-sus ojos brillaron con malicia-calor, un hogar, un plato de comida caliente y una oportunidad-Sehun no quería ceder, pero, tenía que hacerlo, era su vida por la de ellos, su salvación por complacer a un sádico

-¿Qué planea que haga entonces, mi señor?-

-Ve al pueblo y busca jovenes, no importa si son hombres o mujeres, ofréceles un puesto en el castillo, inventa lo que quieras pero asegúrate que vengan contigo-Baekhyun no podía verlo, pero el brujo asintió, sellando su sentencia

-Me presentaré mañana mismo-el conde dio el trago final a su copa, limpiándose las comisuras de los labios con el dorso de la mano

-Ah, y por cierto-hablo antes de salir-tendrás que conseguir un nuevo aprendiz-cuando sus pupilas conectaron con las suyas, un escalofrío le recorrió el cuerpo-de ahora en adelante, Chanyeol, es mío-esas fueron sus últimas palabras antes de salir por la puerta.

Byun Baekhyun jamás se había caracterizado por ser misericordioso, nunca lo fue, y tal vez se deba a como sus padres lo criaron o por su mismo carácter fuerte, pero el conde creía que mostrarle un lado débil a la gente significaba que podían pasar por encima de ti, que podían pisotearte y tenían el derecho a pedirte lo que quisieran.

El Conde SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora