Chapter 12: Capítulo 12: ¿Aliados?

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El día apenas inicia, pero ya había mucha actividad en el cuarto de entrenamiento de la casa de los Blight.

Alador usando un bastón se enfrentaba a dos mercenarios que usaban espadas de dos manos. El los había contratado para ayudarlo a entrenar. Mientras Odalia sentada observaba el combate, le encantaba ver a su marido pelear.

Alador con gran habilidad, bloqueaba y contraatacaba a cada movimiento que los mercenarios hacían. Realmente el encuentro era muy desigual a favor de él.

En un momento una sirvienta se acerco con cuidado a su señora y le susurró al oído que cuatro dagas habían aparecido en la caja.

Odalia sonrió complacida.

Alador por su parte acaba de darle un golpe estomago a uno de los mercenarios con el bastón, lo que lo hizo inclinarse por el dolor y siguió con un golpe en su cabeza que lo dejo inconsciente. El segundo mercenario quiso aprovechar el momento para atacarlo por la espalda, pero Alador era muy rápido para él. Con un giro de su bastón le basto para darle dos golpes rápidos en los brazos, haciendo que del dolor soltara la espada. Luego poniendo el bastón en posición horizontal, empujo al mercenario llevándolo hasta un muro, deteniendo el bastón contra su cuello y cortándole la respiración. El mercenario intentaba liberarse, pero Alador era mucho más fuerte y lo mantenía en esa posición, el mercenario poco a poco estaba perdiendo la conciencia.

Odalia aprovecho el momento para avisarle a su marido – Llego la hora cariño –

Alador soltó al mercenario quien apenas se podía mantener consciente luego de la falta de aire.

Camino hasta un sirviente que le ofreció una toalla y le indico al mismo – Que los tiren fuera de la casa y páguenles por su servicio, para mañana consigue otros dos y que sean mejores que estos patéticos individuos.

El sirviente contesto – Como ordene señor – y dio indicaciones a otros sirvientes que estaban ahí, los cuales procedieron a llevarse arrastrando del lugar a los mercenarios.

Alador secándose el sudor camino hasta su esposa – Tomo un baño y te alcanzo –

Odalia cariñosamente se acerco a su marido – Quédate así, me encanta el olor de tu sudor mezclado con la sangre de tus oponentes – y procedió a besarlo. Para luego irse los dos a la biblioteca.

Ya en la biblioteca Odalia tomo una de las dagas y la contemplaba mientras Alador cerraba el lugar para que nadie además de ellos viera lo que las dagas habían grabado.

Odalia con una sonrisa sobrada afirmo – Sabes que si las cuatro dagas están aquí significa que he ganado nuestra pequeña apuesta, ¿Verdad? –

Alador algo molesto -Adelante comprobemos si es verdad –

Odalia no se decidía cual de las cuatro dagas sería la primera, así que tomo una al azar, con una mano sujeto el mango y con la otra hizo un circulo que envió magia al ojo que esta tenía en la base de la empuñadura.

Alrededor de ellos se desplegaron imágenes como si ellos estuvieran en el valle donde todo había pasado. Alador se sentó en su silla a para contemplar todo mientras Odalia estaba de pie sin perder detalle.

La primera daga fue la de Harek, con ella vieron como Harek había tratado sanar a su hermano y fallado, como quiso ganar tiempo para sus hermanos y fallo, como Nadak le enterró la espada en el pecho antes de que pudiera hacer algo y como había muerto por esa herida. Ahí se cortaba la grabación.

La segunda daga fue la de Sigrid contemplaron la fuerza de Nadak al regresar la lanza contra él, como no pudo hacer nada para bloquearla, como pese a los esfuerzos de sus hermanos él había muerto poco después de que Nadak había empezado a lanzar las lanzas de hielo. Ahí se cortaba la grabación.

The Owl House: El señor De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora