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-Bonita- EunSoo levantó la vista de mi pecho para conectar nuestras miradas, sus ojos se volvieron a cristalizar

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-Bonita- EunSoo levantó la vista de mi pecho para conectar nuestras miradas, sus ojos se volvieron a cristalizar.

Está completamente ida desde que vio aquel libro, no quiso hablar de nada y me suplicó que la sacara de aquella biblioteca y ahora estamos en la habitación, solamente nosotros dos.

-Yo no te lastime, no fui yo, yo nunca lo haría- negó varias veces mientras sus manos se aferraban a la tela de mi abrigo.

-Preciosa, pequeña por favor mírame- ambos nos encontrábamos en el suelo, mi espalda estaba recostada a la pared mientras EunSoo estaba en mis piernas. Ella negó aun con su rostro en mi pecho. No me quedó más que abrazarla mientras acariciaba su cabello. De apoco sus manos fueron rodeando mi cintura y de igual manera me abrazó.

-¿Qué fue lo que vistes mi amor?- susurré para luego dejar un beso en su cabeza.

-Algo horrible- se separó de mí sin necesidad de dejar de abrazarnos, afincó su barbilla en mi pecho y me miró, sus ojitos estaban rojos igual que su nariz, y con sus pestañas mojadas- Se sintió tan real- cerró sus ojos y apretó sus labios volviendo a negar, como si estuviera recordando.

Llevé mis manos a sus mejillas y limpié cada rastro de lágrimas.

-No llores más bonita, recuerda que eso no le hace bien a los bebés y tampoco quiero verte así- mis manos fueron a su mejilla secando cada rastro de lagrima, dejé un beso en su frente.

-Yo te asesiné- balbuceó muy poco audible pero entendí lo que dijo- Era en la época antigua pero eras tú- asintió.

-Bonita, seguro lo que vistes fue a Altem, no a mí- negué tratando de quitarle esa idea de la cabeza, que aquellas imágenes no la estuvieran atormentado.

-Yo lo asesiné- asintió mirando hacia mi pecho- Yo tenía aquella daga en las manos y lo asesiné-

-No, no, no, tampoco, bonita tú no asesinaste a nadie- la volví a envolver en mis brazos- Tú no lo hiciste, por favor no te atormentes más- la aferré más a mi mientras acariciaba su cabello, mis pulmones se llenaban con su arroma.

Son tantas cosas que dan terror. ¿Por qué con solo tocar ese libro y se puso así?

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Me crucé de brazos mientras la veía tomar de aquella sopa que una de las aprendices trajo para ella. Después de la conversación que tuvimos trate de distraerla todo lo que pude, sé que aún esas imágenes la atormentan y más el no saber porque las vio.

-Saldré un momento- llamé su atención y ella me miró, apretó sus labios luego de llevar un poco de sopa a su boca y asintió. Caminé hacia ella y dejé un beso en su frente- Lo terminas todo ¿Está bien?- asintió sonriendo un poco, acaricié su mejilla para luego dar media vuelta y salir de la habitación.

Eres Mia #2 ||KTH||✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora