AMOR COMO EL NUESTRO

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Capítulo 4.


Algo lo frenó en su cabeza de pronto.

—La Rubia es tú Amiga? La pregunta le salió con dificultad. Terry sintió miedo. Sabía que Andres estaba interesado en alguien, pero moriria alli si le decía que era Candy..

—No. Mi amiga es la morena. Se llama Abi.

—Las conozco. La sangre regreso a su sistema.

—Ahora fue Andrés quien se preocupó.

—Abi? Terry entendió lo que pensaba su amigo. Pues por breve momento.él había pensadolo lo mismo.

—Estoy interesado en la rubia. Andrés sonrió abiertamente.

—Bien. Caminaron como si estuvieran en una competencia de ver quién era más rápido, pero si llegar a correr. Ambos se detuvieron en cuanto las chicas empezaron a bailar con movimientos muy sensuales.

Por culpa del licor Candy y Abi empezaron a moverse siguiendo el ritmo de la música. Candy cerró los ojos y se dejó llevar, Sus movimientos eran provocadores, sensuales, no pretendía llamar la atención, cada movimiento de su cuerpo era natural.

Si que es una delicia, pensó Terry antes de mirar que varios chicos empezaban a ver al par de chicas, no podía culparlos por qué cualquier idiota caería a los pies de tremendo espectáculo, y tremenda mujer. Candy llevaba una falda, no era minifalda, pero si lo bastante corta para para crear fantasías, botas de tacón hasta la rodilla y la blusa le abrazaba su pequeña cintura. Dios el escote lo iba a matar, antes de que algún idiota pensará en acercarse, hizo acto de presencia.

—¡Perdón por llegar tarde! El baile se detuvo. Candy estaba alucinando, y es que,  por un momento escucho la voz que la volvía tonta y que la regresaba a la edad de quinceañera.

—¡Andrés! ¡Pensé que ya no ibas a venir! —dijo Abi con alegeria y con toda la cara de sorpresa, Dirijio la vista a Candy al ver qué quién estaba detrás de su amiga era el chico monitor. Era una sorpresa que el amigo de Andrés fuera Terry. A Candy se le iba acelerando el pulso con cada segundo que pasaba. Sabía ya, quién estaba detrás de ella. No supo si fue por su loción, o por la corriente de energía qué le recorrió la espalda hasta la nuca.

No se habia jirado aún, pero no hacia falta, sintió exactamente el mismo palpito en el corazón que sentía cada vez que Terry se le acercaba.

—Hola, hermosa —susurró en su oído al tiempo que le deslizaba las manos por la cintura. Hasta su nariz llegó el olor de su cabello y sintió el impulso loco de retirarlo a un lado, para besarle el cuello, y controlo otro impulso de dejarle una mordida para que todos lo vieran, era de locos. Ella se volteó con los ojos brillantes de sorpresa, para luego luego formar una sonrisa brillante.

—¿Cómo es que estás aquí? Pregunto Candy aún si creerlo. Él sonrió, y sin soltarla empezó a bailar con ella, disfrutando del contacto de tenerla cerca.

Candy llevó las manos a su pecho y luego ascendieron hasta envolver su cuello.

—¿Sorprendida? —preguntó a centímetros de su rostro, con el corazón retumbando en el pecho.
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Sí. — Se mordió el labio inferior—. Me gusta ver a mi profesor, el profesor más sexy del mundo. Tú me vuelves loca. En cuanto las palabras salieron, se dio cuenta de lo que había dicho. —No acabo de decir eso, ¿verdad? Terry asintió sonriendo. La tomó de la mano y atravesó la pista de baile, a lo lejos vio a Andrés charlando con Abi. Sin soltar la mano de Candy, la llevó por un pasillo, abriéndose paso entre una docena de persona.

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