una noche

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Le di otro beso rápido en los labios, tan abultados e hinchados
como estaban. ¿Confías en mí? ¿Vas a dejar que me haga cargo?
Asintió.
Confío en usted, señor. Elian
Eso es eres una buena chica. Y recuerda, cada vez que necesites algo o que
pare, lo dices, ¿de acuerdo?
Lo haré  me  Respondió
Asentí, dándole un último beso tierno antes de girarla, presionando su
pecho contra la pared  Soltó un grito de sorpresa, pero
rápidamente la hice callar antes de que mis dedos se acercaran
Su cremallera, deslizándola suavemente hacia abajo.
Era un cierre largo, uno que bajaba por la mitad de su perfecto trasero y
cuando se separó vi la seductora "v" de su piel, interrumpida sólo por su
sujetador,  y la parte superior de sus bragas.
Suavemente, le quité la tela, guiándola por su cuerpo hasta que
finalmente dejó de sostenerse y se acumuló a sus pies. Se estremeció  a mi tacto y pude
ver cómo se erizaba  toda su piel pálida y suave.
Con cuidado, levanté la mano y dejé que mis dedos descansaran en la
parte inferior de su cuello antes de bajar lentamente hasta la parte superior
de su ropa interior. Era una caricia suave, un fuerte contrapunto a lo áspero
y exigente que había sido antes. Porque por mucho que quisiera tomar  todo de ella, para darle  placer  un placer que nunca antes hubiera
experimentado, para dejar mi huella y que nunca me olvidara, también quería aferrarme a ella a cada parte de su cuerpo quería ser el único dueño de sus besos
quería deleitarme en su presencia.
Para adorarla a ella y su hermoso cuerpo expuesto ante mí.
Prácticamente salivaba con la idea de tocarlo todo, de sentirlo, era como si
fuera un hombre joven otra vez, no un magnate de los negocios de treinta y cuatro años
Date la vuelta para mí murmuré, dando un paso atrás.
Dudó un momento, y me pregunté si tal vez se sentía cohibida, pero sólo
tardó un poco en darse la vuelta para mirarme. Su sujetador era de color Negro  contrastaba con el tono  de  su piel. Su ropa  interior
era sólo un simple desnudo. Era una diosa para mí la más hermosa mi musa mi inspiración la bese con lujuria era tanto  lo que la deseaba  que no quería imaginaria en brazos de otro hombre no se que pasaba .
Fue estúpido y orgulloso, pero una llamarada de celos surgió en mí  No tenía derecho a sentir ningún
tipo de propiedad de esta hermosa y magnífica mujer con los nudillos
magullados y los labios llenos y una figura  hermosa por qué para mí lo era
Me acerqué, aún más  a ella
sosteniendo sus curvas como si no fueran algo para celebrar.
Quería hundirme  en ella, besar, lamer y celebrar
Me fui desechando lo que me estorbaba deshice
el primer broche,  del sostén mirando la cara de  Sinedeth mientras lo hacía.
Estaba sonrojada, con sus mejillas aun ardiendo. Ocasionalmente sus
ojos me miraban con deseo y ansias  pronto liberé el último broche y tiré
Del sostén Podríamos preocuparnos por eso más tarde.
...no es que haya una vez más. Me estaba adelantando.
Volviendo a centrarme en el momento, Mi vista  se dirigio hacia sus generosos  senos
Sus párpados revoloteaban y suspiraba suavemente.
Eso se siente bien  Respiró,  con dificultad . con cada caricia
Porque por mucho que la deseaba, por mucho que mi polla se esforzara
por estar en su interior, también quería mantener la expresión feliz y
contenta en su rostro todo el tiempo que pudiera. Para consentirla y traerle
consuelo cuando la vida podía ser de todo menos eso.
Sin embargo, era un santo hasta cierto punto, y después de varios
minutos deje  que las puntas de mis dedos se deslizaran  en sus bragas
finalmente encontraron su camino Sentí que su respiración se aceleraba, así que la besé, dejando que
mis dedos se quedaran quietos.
¿Está bien esto? pregunté un momento después.
Asintió, lamiéndose los labios y haciéndome querer devorarla de nuevo.
¿Qué dijimos sobre las palabras?
Tragó de nuevo, y observé cómo su garganta se balanceaba con el
movimiento. Brevemente una imagen cobró vida, de rodillas ante mí,
tragando alrededor de mi longitud mientras...
Necesitaba dejar de adelantarme. Tenía todo lo que quería en el
momento actual, así que debería quedarme allí.
Sí, está bien. Todo lo que haces está bien.
¿Sólo bien?  Me burlé, aunque sabía exactamente a qué se refería
Entonces tendré que remediar eso. Intentaba ser alucinante, erotico
asombroso... —En la última palabra, Movió los brazos para apretarme  ella  estaba desnuda para mí.
Sus pechos rebotaron  con cada repiracion acelerada
Ahora era mi turno de lamer mis labios mientras sigo 
acariciciando suavemente uno de ellos. Era tan... tan... suave.
Suave, cálido y perfecto en todos los sentidos.
Mi mano se dirigió al otro pecho, acariciándolo de la misma manera,
sintiendo su forma, su peso. Luego, los ahuequé a ambos, incluso mis
manos anchas sólo podían cubrir sus mitades inferiores, y los empujé
ligeramente hacia arriba y juntos. Suficiente para que, si estuviéramos en
una posición diferente, pudiera haber deslizado mi polla entre ellos.
Pero ese no era mi objetivo en este momento. En vez de eso, besé la
parte superior de ellos, suave y reverentemente. Quería que sintiera lo
mucho que su cuerpo me hacía. Qué era perfecta en todos los sentidos.
Quería que se perdiera en todos los sentimientos hermosos y placenteros
que su generosa figura podía darnos tanto a ella como a mí.
Cuando besé todo lo que pude de la parte superior de ellos, cambié mi
agarre para que dos de mis dedos estuvieran en cada uno de sus pezones, y
lentamente con la punta del dedo los rodee. Sus párpados revoloteaban y
dejó caer la cabeza hacia atrás, su pecho casi palpitaba por lo poderosa y
fuerte que era su respiración.  Mi polla  estaba tan dura que ya empezaba a gotear  ya  la tenía muy adolorida  solo quería ser liberada  sus gemidos de Sinedeth eran música para mis oídos solo añoraba una noche nada mas

El  bebé secreto De mi  JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora