El pequeño omega chillaba angustiado al no ver llegar a su alfa a la cabaña, ya habían pasado al menos treinta minutos desde que tuvo que haber vuelto, estaba empezando a lagrimear.
Se fue a sentar en la suave alfombra en frente de la caliente chimenea, acarició su gran vientre mientras rotaba sus tobillos que ya estaba cansados.
Se levantó y salió de la cabaña, tenía ganas de ir a caminar un rato mientras su alfa llegaba, la noche era un poco fría pero solo hacia falta un lindo y esponjoso abrigo de lana para sentirse cálido.
Caminó viendo los árboles, todo se veía un poco oscuro por la hora, pero con la pequeña linterna que llevó, podía ver la naturaleza con un poco de claridad y si había signos de peligro, podía irse rápidamente a resguardar en la cabaña.
Escuchó un gruñido y el crujir de las hojas, su respiración se agitó, retrocedió y volteó, corrió mientras sujetaba con cariño su vientre. Los gruñidos se hacían más fuertes y se hacían más cercanos, sollozó de alivio cuando encontró el pomo de la puerta, la abrió rápidamente, entró y cerró la puerta detrás de el.
Extrañaba a su alfa.
Luego de que se pudo tranquilizar un poco, se levantó del suelo y se fue a recostar en la cama de la habitación. No quería quedarse dormido por miedo a que venga su alfa y el esté dormido.
Pasaron veinte minutos, SeokJin estaba durmiendo con una mano en el estomago y la otra estaba sosteniendo las sabanas sobre su cuerpo. Despertó al sentir unas manos ásperas acariciando su cabello, y unos calidos y finos labios besarle la frente, abrió lentamente sus ojos y se encontró con la linda sonrisa de su esposo.
-Kookie, llegaste- le sonrió dulcemente, viendo como el contrario se sacaba el uniforme y lo colgaba en los ganchos de la pared, para luego levantar las sabanas y acortarse junto a el.
-Perdón por llegar tarde, precioso- Metió sus manos por el gran sueter de Jin y le acarició el estómago, con su otra mano le acarició la mejilla y lo besó dulcemente -Los muchachos no se podían concentrar - Lo siguió besando mientras lo atraia más a su cuerpo.
-Te extrañamos~ , estaba preocupado- picoteó los rosas labios contrarios y luego cerró los ojos cuando una mejilla caliente fue frotada sobre la suya.
-Lo siento, amor. Yo también extrañé a mis cachorros- Besó el suave cabello de su esposo mientras seguía masajeando su vientre.
-JungKookie -susurró -creo que hay alguien afuera- Dijo cuando escuchó ruidos por fuera de la casa. Su alfa se levantó rápido de la cama, agarró un abrigo, su arma del trabajo y besó suavemente la frente de su omega.
-Iré a ver que es, tu quédate aquí. Cuida de ti y de nuestro cachorro- Le susurró juntando sus frentes antes de salir dejando a su omega solo que poco a poco fue quedándose dormido...