Neurosis

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Jungkook ignoró el hecho de que se había metido en un problema sin una buena razón, ahora bien, no quería echarle más leña al fuego e ir a urgencias como se lo habían indicado aquella señora, así que simplemente decidió tomar el ascensor e ir directamente a su entrevista con quien, se suponía, era el mismísimo director del hospital, sin embargo, tendría que explicarle a él la situación en la que se había metido, lo más seguro era que no sería contratado por meterse en cosas que no debe. 

Una enfermera encargada del piso le dio la instrucción de donde se encontraba la oficina del director y, para su mala suerte, llevaba cinco minutos de retraso. Las cosas no podrían ir peor, pensó el castaño. 

Se plantó frente a una puerta que se hallaba cerrada, sus manos estaban sudando y se sentía muy nervioso, no quería dar una mala impresión sin aún siquiera estar contratado, no sólo para él mismo sino también para su hermano mayor, quien era uno de los mejores cirujanos de la ciudad, ahora el director pensaría seguramente que él nunca llegaría a ser tan bueno como Namjoon y que no valía la pena tenerlo como residente en la clínica. Dejó que su mente disipara esos pensamiento intrusivos y decidió golpear la puerta. 

- Adelante.- Se oyó desde el otro lado de la puerta y Jungkook entró.

- Buenos días, yo soy Jun..-Se vio interrumpido por aquel hombre que no esperaba en lo absoluto que fuese tan joven, por el contrario, se esperaba un anciano, gordo y con cara da pocos amigos. El típico médico élite.

- Hola - Alzó su cabeza y le sonrió de una manera tan amable que hizo que sus nervios disminuyeran exponencialmente. – Dame un segundo que estoy enviando un par de correos y ya estoy contigo. Toma asiento.

- Claro que sí, no hay ningún problema. – Respondió e hizo lo que el hombre le había indicado mientras esperaba.

- Listo – Anunció, tecleando en enviar y levantando nuevamente la mirada hacia el menor. – Jungkook, ¿Cierto?, disculpa, pero era algo urgente. – Volvió a sonreírle y Jungkook asintió. Además de joven era un hombre realmente guapo, calculó que no pasaba de los treinta años y se preguntó por qué un médico de esa edad ocupaba un puesto tan importante. No es que no se pudiera, sin embargo, no era el común denominador que eso sucediera, como lo había dicho antes, los que ocupaban aquellos puestos eran hombre de la mediana edad, con muchos años de experiencia y caras cansadas y envejecidas. Tampoco sonreían de la manera en que él lo hacía, era curioso. – Me llamo Kim Seok Jin y soy el director de este hospital – Estiró su mano y rápidamente la tomó.

- Mucho gusto... Yo... antes de continuar, quisiera disculparme por llevar tan tarde, no suelo hacerlo nunca, pero tengo una buena excusa. – La excusa es un problema aún peor que llegar tarde. – No, no es una buena excusa, de eso también quisiera hablarle y también me tengo que disculpar por ello. Entenderé si quiere que me vaya, yo la ver...

- Jungkook, tranquilo, no me había dado cuenta de que llegaste...- Revisó su reloj- Once minutos tarde. No pasa nada, muchacho. No te preocupes por algo como eso, sé que tienes una bien excusa. – Afirmó, con un tono de voz calmado y esa sonrisa que no se iba de su rostro.

- Si...Es decir, no. - Aún estaba nervioso, no sabía cómo contarle que se había entrometido en una urgencia y que en este momento la doctora encargada debía estarlo esperando como su nuevo residente.

- Me estás liando, Jungkook, no te estoy entendiendo.

- Lo que pasa es que cometí un grave error, cuando venía ingresando por la sala de urgencias, entró una ambulancia con una mujer en estado convulsivo, una señora, que supongo es médico y al parecer dos residentes la recibieron y yo... pues,...yo los seguí porque me preocupé por ella, entonces la médico empezó a preguntarles que cuál era el paso a seguir y ninguno respondió, entonces yo le dije que debía aplicar la dextrosa al 10% y fenitoína según el peso. – Seok Jin no estaba entendiendo nada, pero tenía toda la atención puesta en aquel chicho que no dejaba de vomitar información que, para él, no tenía sentido. – Entonces ella me preguntó si yo trabajaba acá y yo mentí, le dije que era residente y me dijo que me esperaba en diez minutos en la sala de urgencias para tomar el caso.

Regresión - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora