💙 ๑ೃೀ...﹙ʚ: 𝑽𝒂𝒍𝒆𝒓𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒏𝒆 :ɞ﹚
❛ empezaron en bandos diferentes,
pero ambos acostumbraban pelear
por lo que creían correcto, así que
empezaron a batallar por su impulsivo
y fogoso amor. Su mutua salvación. ❜
────No hay nada peor que una m...
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❝ALMA GEMELA❞
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CONOCER A los Cullen pudo ser nuestra salvación, ahora lo entendía. Había sido ingenua al creer que los tres sobreviviríamos fuera, en el mundo humano como vampiros nómades. Probablemente, los otros vampiros eran hermitaños como nosotros, no tenían costumbres mundanas como los Cullen... Si, como esa idiotez de ir a la escuela. Pero logró devolvernos un poco de humanidad. Empezaba a sentirme menos un dios hambriento y más una vampiro con pensamientos... Humanos. Con más preocupaciones que mí sed.
Cómo Alice, que se preocupaba más por qué zapatos usaría qué a cuántos venados comería. O Emmett, que se enojaba más si perdía en la play que si no comía. Parecía ser una preocupación de segundo plano para ellos. Quería eso para Bree, para PJ. Para mí.
Después estaba el resto de la familia, quienes evitaban las visitas de Bella a casa. Creí que eso sería un alivio solo para los tres neófitos nuevos -nosotros- pero también pareció serlo para Jasper.
Él era amable después de dejar esa fachada de chico serio y con eterno sufrimiento en el fondo de su alma de Drácula. Hablaba con Bree, quien lo seguía a todos lados a pesar de que él no parecía muy cómodo, incluso intento hacerme preguntas a pesar de que ella se las contestaba de antemano. Claro, PJ parecía no vivir con nosotros, se la pasaba en el cuarto con Alice, según él disque conociéndose porque era la que mejor le caía.
Esos dos iban a ser novios en una semana, podía apostar cualquier cosa. Los dos se enamoraban rápido y fácil y se les notaba a la distancia que hubo una especie de click en cuanto se vieron.
Envidiaba que hayan sido tan directos, como si no hubiera problema en que hace menos de un mes estábamos con tipos de vida totalmente diferentes. A mí me disgustaba estar mucho tiempo en un cuarto con todos, me sentía en el sótano de nuevo, como las noches pasadas, apretados, enojados. Necesitaba aire, espacio, soledad. Me rodeaba la sensación de claustrofobia, como si mí memoria muscular volviese a estar a la defensiva en ese sótano. Me volvía loca.
