Capítulo 6

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El presidente de clases se hallaba sentado encima de una roca que encontró. Comía con desgano un onigiri que habia encontrado en una cesta fosforescente.

En realidad podría haber devorado sin dilación completamente aquella comida pero al pensar que sus compañeros racionaban la comida a esa porción le parecía completamente egoísta. Tenia que dar el ejemplo.

- Isogai! Hasta aquí se que no te sientes bien. Eres el que menos ha comido de la clase.

- Maehara, no te centres en mí, ¿Me pones al corriente de lo que paso?

Pudo oír un suspiro.

- El tiempo pasa bastante lento. El celular de Takebayashi es el único que permanece con batería. Los demás… intentamos comunicarnos y tampoco es que la mayoría tuvo el sentido común de cargar sus celulares al 100 por ciento. Itona le saco las baterías a la cámara de Okajima. Estaba quejándose un montón, y las chicas de clase por poco nos haces un altar por ello.

- Las malas nuevas?

Maehara y Megu maldijeron la intuición de Yūma

- Sugaya desapareció. Terasaka actuó de forma impulsiva y se encuentra en la misma situación que tu.

Escucharon un lamento por parte de su amigo.

- Koro-sensei encontró algo?

- Por el momento no. Encontramos la fisura por la cual se filtraba el agua, si seguimos el pequeño hilo de agua es mas que seguro que conseguiremos salir de aquí. Pero no quiero tener que dejarte aquí tirado Isogai

Una tos seca interrumpió las divagaciones del pelinaranja. La voz era lenta y pesada.

- Deben ir Maehara. Kataoka nuestra prioridad son nuestros compañeros, intenten sacar primero a Terasaka luego yo... – su voz sonaba ronca y adormecida – rojo, uñas, tierra, olor a papel quemado. 20 centímetros mas alto que Karasuma-sensei.

- Isogai?

- Velocidad alta, presencia difícil de percibir, dedos largos, brazos delgados

- Isogai-kun?

- Manos frías. Voz dulce, canción de cuna. Maehara, Kataoka-san, Okano-san, tengo sueño. Mucho sue...

Un sonido de una caída sorda resonó.

…..

- Ni

Yukiko Kanzaki observo a la pelinegra que habia pronunciado aquel número. Intento controlar el miedo que la inundaba.

《Por favor, debo mantenerme fuerte, ni siquiera colaboro con la misión.》

- San.

《No existen razones para asustarme ¿verdad?》

Cuando Koro-sensei y compañía volvieron se notificaron un total de cinco desapariciones.

Si existían razones de sobra para alarmarse.

Terror en la cuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora