Un elfo gordo con aires de grandeza, un hada con retraso mental y que siempre se lamenta por todo, un conejo estafador que sufre de parálisis facial severa, un rey enano que solo sabe chillar en exceso y un poderoso héroe legendario que disfruta de...
"¡Podría salir cualquier cosa de este extraño portal interdimensional, debemos destruirlo de inmediato!" sentenció Paka Garte, mientras revisaba con su mano más hábil, la cual estaba oculta por debajo de la mesa, el bolsillo del archimago elfo Igor Dito; quien no parecía percatarse de nada mientras masticaba celosamente su trozo de carne.
"¡Lamento no tener buenas noticias para darles! Pero el consejo de hadas del clan Mento considera que destruir el portal podría ser algo lamentable para nosotros y hasta complicar aún más las cosas. ¡Lo lamento mucho de verdad!" lamentó, Lola Mento, mientras mirada de lado a lado con su estúpida mirada desenfocada.
"¡Bah! Están haciendo mucho escándalo por nada, seguro que el portal se irá tan rápido como apareció. Lo que deberíamos estar haciendo ahora es comer huevos de chocolate en la plaza principal, junto al resto de los ciudadanos del reino, y respetar más nuestros días festivos tradicionales." explicó Igor Dito, luchando por no atragantarse con su comida mientras hablaba.
"Este es un asunto grave, concéntrate." criticó el general Lacome con severidad, haciendo que el elfo gordo se ponga algo pálido por un momento. El legendario sujeto no era alguien con quien jugar.
"En realidad, ni siquiera sabemos si tenemos la capacidad de destruir el portal con nuestro armamento actual; debido a que el chambelán Paka ha indicado que nadie se acerque demasiado al mismo para evitar que pueda ser activado de alguna forma extraña y se produzca una catástrofe. Así que estamos ante una situación totalmente desconocida y les pido a todos que consideren esto a la hora de lanzar hipótesis nuevas, ya que si tomamos en cuenta el hecho de que..." pasaron otros 7 minutos de intranscendental monologo sin sentido, hasta que el rey Charletta II cedió la palabra a sus vasallos nuevamente.
"Según los pobladores de las casas de la zona, el portal apareció súbitamente durante la mañana y hasta el momento no parece que fuese a activarse, pero podría pasar en cualquier momento y creo que debemos tomar pronto medidas militares al respecto." comentó, con su agradable pero masculina voz, el general Lacome.
La reunión cumbre del reino se extendió durante más de una hora extra, donde cada uno expuso sus preocupaciones y posibles soluciones; pero sin llegar a ningún resultado concluyente satisfactorio.
Cuando la desesperación comenzaba a invadir a todos y ni siquiera las barras de chocolates energizantes alcanzaban para sostener los ánimos del grupo, fue el conejo Paka Garte, con su estática mirada imperturbable, quién concluyó:
"El clan Garte conoce un método ancestral de destrucción de portales que podría salvar a nuestro reino de una invasión de otra dimensión. Si están dispuestos a confiar en mi clan, prometo traerles resultados satisfactorios y terminar con el problema."
Todos en la sala se quedaron pasmados, preguntándose porque no mencionó esto antes el maldito conejo. Pero estaban demasiados fatigados para remarcar este hecho y lo importante para ellos era que una solución real se asomaba en el horizonte, por primera vez, en este momento.
"Tu clan solo es famoso por hacer las mejores obras de arte y esculturas con chocolate. Y aunque admito que son sumamente deliciosas... ¿Cómo podrían conocer sobre cualquier otra cosa ajena a esta área?" preguntó Igor Dito, de forma acusatoria y despectiva.
"A diferencia de ti, que eres el primer archimago del reino que no tiene magia real y que solo heredaste tu posición debido a tu prestigiosa familia, mi clan Garte ha escalado desde el fondo de la sociedad y nuestras habilidades son realmente competentes en muchos ámbitos diferentes." se defendió el conejo, con su rostro endurecido como siempre y sin pestañar, observando al elfo con sus ojos que parecían dos enormes huevos. Su intento de mirada astuta pasó desapercibida por todos debido a la absurdez de su estático rostro.
"¿Y qué se necesita para lograr hacerlo?" preguntó el general Lacome.
"No es una tarea sencilla o económica..." comenzó diciendo el conejo, mientras miraba pausadamente a cada uno de los miembros del consejo superior e incluso al mismísimo rey Charletta II.
Paka Garte quería que todos entendieran lo trascendental que este asunto sería para su clan y para él. Ellos tendrían que hacer grandes sacrificios y comer mucha basura, si realmente querían cumplir con esta chocolatosa misión. Por lo cual, el clan Garte no haría esto a cambio de nada.
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