Capítulo 06: Reunión Cumbre

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Los habitantes de la ciudad de Chocolín estaban en pánico, el rumor de que estaban siendo invadidos por Asesinos Cereales se esparció con rapidez por todo el reino. Y, para empeorar las cosas, ¡eran Cereales sin azúcar!

Aunque los chococitos normales no tenían ningún conocimiento sobre la antigua profecía, ver a unos abominables y extraños cereales montar sobre lo que parecían ser galletas de arroz robóticas era suficiente para paralizarlos del terror.

Mientras la ciudad estaba conmocionada, en el castillo del rey Charletta II de la casa de los Bonbóns, un debate intenso se estaba desarrollando por parte de los representantes más importantes del reino.

"Paka, dijiste que te harías cargo de esto. ¡Me siento decepcionado contigo! ¿Cuántos enemigos son y por qué galletas no pudiste destruir el portal a tiempo?" el rey le recriminó con dureza con su chillona e insoportable voz.

"Mi rey, esto no es culpa mía... de verdad. Cuando llegué junto a mi clan para iniciar la ceremonia de destrucción de portales interdimensionales, el mismo ya se había activado y no pudimos hacer nada para evitar que los enemigos salgan. De hecho, ¡pienso que es culpa de todos los demás por perder demasiado tiempo debatiendo en la reunión anterior a pesar de no tener una solución real al problema!" Paka se deshizo hábilmente de su culpa, al insinuar que él era el único útil aquí y el resto solo entorpeció su solución.

"Paka tiene un punto. Ahora lo que debemos hacer es enfocarnos en solucionar esto". explicó el general Lacome, mientras acariciaba su barbilla.

"Lamento que no hayamos sido más útiles". se lamentó Lola Mento, y luego agregó:

"Quizás sean buenas galletas y podamos negociar con ellos..."

El enano rey suspiró y permaneció extrañamente callado; mientras observaba a todos sus hombres de confianza en esta mesa, en espera de alguien que aporte una solución alternativa.

Extrañamente para todos, fue el obeso elfo quién se apuró para opinar:

"¿Buenas galletas? Creo que lo que sea que atrofia tus desviados ojos se fue a tu cerebro también. ¡Debemos destruirlos! ¡A todos y ahora mismo!"

Todos quedaron impactados por el nuevo carácter comprometido y decisivo del archimago sin magia más famoso del reino. Y fue el rey Charletta quién habló luego:

"Lo sé, lo entiendo, son invasores en nuestras tierras y la leyenda dice que..."

"¡No es eso!" cortó el elfo, mientras se tragaba, de un bocado, a una barra de chocolate entera.

El general Lacome miró al elfo con ojos renovados y opinó:

"Creo que entiendo la urgencia de Igor Dito para combatirlos de inmediato, le preocupa que si les damos demasiado tiempo y negociamos en calma con ellos, más unidades enemigas continúen llegando hasta nuestro reino a través del portal y...."

"¡Tampoco me importa eso!" cortó el elfo, sonando bastante alarmado y decepcionado con que los demás no vean el verdadero problema en el asunto.

"¿Cuál es la urgencia entonces?" preguntó Paka Garte con su rostro estático, después de un corto periodo de silencio en el salón, en donde todos parecían pensar en algo distinto.

Sonando con urgencia y desesperación, el elfo gordo explicó:

"¿Necesitas preguntar? ¡Estos invasores no tienen un gramo de azúcar en su ser! ¡Claramente no pueden ser buenos! O ¿Acaso creen que algo sin azúcar puede ser dulce? ¡Deben morir o amargarán nuestras vidas!"

"..." el silencio reinó nuevamente ante semejante lógica irrefutable.

"Bien, está decidido. Combatiremos con todo lo que tenemos desde un inicio y les demostraremos a estos demonios sin azúcar que jamás podrán vencernos". sentenció el rey, habiendo tomado una decisión firme mientras todos asentían con la cabeza.

El general Lacome se puso de pie con su rostro ennegrecido y sus músculos abultados, levantó su escoba encantada, agitó su vestido de sirvienta y sentenció con su dulce voz:

"Este es el momento de hacer mi trabajo como general, pero necesitaré de ustedes para esto. Igor, llama a la batalla a todos los elfos que aún puedan correr y los obesos pueden encargarse de controlar la situación en el interior de la ciudad. Lola, necesito que el clan Mento se ocupe de repartir chocolates energizantes a los soldados. Y Paka, tu clan Garte debe ocuparse de colocar chocotrampas alrededor de la ciudad. Detendremos a los invasores a cualquier precio o no me llamo Lacome. ¡Lo juro por mí escoba!

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(se rumorea que de niño el autor fue acosado por una galleta maligna mientras miraba Terminator...)

Galletoide modelo T-850

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