Capítulo 04: Una solución ambiciosa y voraz

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"Lamentablemente, el clan Mento no tiene una solución a este lamentable problema, así que apoyaremos totalmente a quien la tenga con riquezas y dulces del mundo de las hadas." comentó Lola Mento, mientras uno de sus ojos comenzaba a desviarse hacia un costado de forma extraña y ridícula.

Nadie se sorprendió por esto, ya que era algo totalmente habitual en esta pequeña hada.

"Mi fuerza y mis riquezas están a tu total disposición." agregó, con convicción, el general Lacome.

"Si esto permite que podamos realizar con normalidad el día nacional al huevo redondo, entonces los elfos también te apoyaremos en todo lo que necesites." soltó, a regañadientes, el prestigioso archimago sin magia. En realidad, a él no le agradaba ni siquiera un poco este extraño conejo con parálisis facial, pero el hecho de poder comer huevos de chocolate perfectamente redondos era algo mucho más urgente para él.

"Te convertiré en duque y desde este momento recibirás mensualmente un porcentaje del total de las riquezas recaudadas por el reino, siempre en cuando logres solucionar este inmenso problema en nombre de todos nosotros." dictó, con total solemnidad, el rey Charletta II. Hasta él se había cansado de debatir tanto hoy y no se extendió demasiado con sus palabras esta vez. Y, por supuesto, esto era porque habló mucho más que todos los demás juntos durante este día.

"Está bien, su majestad es alguien generoso. Pero, el método es un asunto tradicional y antiguo de nuestro clan, que solo algunos pocos ancianos conocen, y que debe mantenerse en total secreto. Así que nadie ajeno a mi clan puede participar en la ceremonia de destrucción de portales interdimensionales. Además, muchos de mis hermanos posiblemente tengan que sacrificarse para lograr esto... Espero que los miembros del clan Garte puedan ser considerados como héroes del reino a partir de este momento." dijo el conejo, mientras acomodaba su oscura galera sobre su cabeza. Su tono de voz era plano y su rostro era totalmente estático, nadie sabía en que pensaba realmente. Pero debajo de su estúpido e indescifrable rostro, una mirada astuta se ocultaba totalmente del resto del mundo.

El rey y los demás asintieron con la cabeza levemente, estando de acuerdo con todas las demandas, y el conejo se marchó rápidamente para cumplir con su importante misión.

En el camino pudo apreciar a un grupo de guardias del reino de Chocolina, arrastrando por esta calle a un sujeto encadenado.

"¿Qué sucede con él?" preguntó el conejo, por mera curiosidad.

"Se niega a comer su ración diaria de chocolates y estamos llevándolo ante el tribunal de Chocolina." respondió uno de los guardias, inclinando respetuosamente la cabeza en frente del nuevo Chambelán del rey.

"¿Qué? ¡Blasfemo! ¡Disidente! ¿Cómo te atreves?" gruñó el conejo, totalmente escandalizado con lo que oía, mientras observaba al prisionero con el mismo rostro estático de siempre.

"¡No caeré ante la tentación divina, me resistiré al dominio mental de los chocolates y espantaré a mis chocodemonios!" repetía, locamente, el sujeto encadenado; que no parecía darse cuenta de su situación actual.

"¿Acaso buscas morir o porque te niegas a reponer tu chocopoder?" preguntó el conejo, con impaciencia. Pero el sujeto encadenado solo continuaba repitiendo la misma frase una y otra vez.

"¡Aparten a este desviado de mí!" dijo el conejo con desagrado.

"Como ordene, señor." respondió uno de los guardias, y luego continuaron con su camino mientras arrastraban al cautivo.

El conejo negó con la cabeza lentamente, como lamentando mucho el asunto y prosiguió hacia su destino.

Al llegar al lugar donde estaba el oscuro y extraño portal, un pequeño grupo de conejos humanoides como él lo esperaban.

Estos lucían bastante gordos y sus rostros no parecían acordes a la terrible situación que debían enfrentar pronto; ya que todos lucían sonrientes y felices.

"¿Cómo ha ido todo en la reunión cumbre del reino?" preguntó uno de ellos, mientras babeaba de forma estúpida.

"Mejor de lo esperado, el arte de nuestro clan Garte en la elaboración de estructuras gigantes de chocolate es simplemente insuperable. Además, ahora soy rico y me he convertido en un duque. ¡Ya pueden empezar a comer!" sentenció Paka Garte, señalando al enorme portal de chocolate que yacía frente a ellos.


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En unos diás se subirán los siguientes cuatro capítulos...

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